Ocurría sobre las tres de la madrugada, en El Palmar y eran los vecinos los que daban la voz de alarma: había un bar abierto y estaba entrando gente. Ciudadanos que sí cumplían con el confinamiento en casa al que obliga la situación, por la pandemia de coronavirus, avisaron a la Policía. Al lugar se movilizaron agentes del Grupo de Atención al Ciudadano (GAC) de la Policía Nacional, que descubrieron lo que pasaba en la cafetería: los clientes llamaban a la puerta de emergencias y desde dentro de les abría, explican fuentes cercanas al caso.

Así las cosas, cuando los policías accedieron al interior del local encontraron a seis clientes, junto al dueño del establecimiento. Este hombre manifestó, al ser preguntado por la razón de lo que estaba haciendo, con el confinamiento impuesto, que creía que «no era tan importante» el estado de alarma. En cuanto a los seis clientes, se encontraban bebiendo en el bar, como una noche normal.

La Policía levantó seis actas de denuncia a estos parroquianos y una más al dueño. Ninguna de estas personas fue arrestada.

En el conjunto de España, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado ya han impuesto más de 102.000 denuncias y detenido a 932 personas por infringir las medidas de restricción de la movilidad decretadas en el estado de alarma por la pandemia del coronavirus, según dijo el lunes el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, que recordóque ya se han dictado algunas condenas por desobediencia, como la de un juez de Santa Cruz de Tenerife, que impuso cuatro meses de cárcel a un ciudadano.

Volviendo al bar de El Palmar, el dueño se enfrenta a una multa de entre 60.000 a 600.000 euros. Los clientes, de 600 hasta 30.000 euros.