El consejero de Salud, Manuel Villegas, anunciaba ayer que quedan prohibidos los velatorios de personas fallecidas, una nueva medida con la que se pretende contener la propagación del coronavirus. Hay que tener en cuenta que uno de los primeros focos que se registraron en España tuvo su origen, precisamente, en un funeral, lo que hizo que se propagara con rapidez debido a la cercanía de las personas que acuden a estos actos.

La Consejería de Salud ha dictado una orden sobre medidas a seguir para actos luctuosos, completando de esta forma la orden ministerial del pasado domingo por la que se establecieron medidas excepcionales para expedir la licencia de enterramiento y el destino final de los cadáveres.

En este sentido, se prohíben los velatorios en instalaciones tanto públicas como privadas de personas fallecidas en la Región mientras se mantenga la situación del estado de alarma. Asimismo, aconseja «encarecidamente» la supresión o postergación de todo acto de culto religioso o ceremonia civil en relación a los fallecimientos que se produzcan y que impliquen concurrencia o agregación de personas.