Tras la crisis sanitaria provocada por el coronavirus y ante la escasez y saturación de aparatología específica para el tratamiento de la enfermedad, son muchas las iniciativas que han surgido alrededor del terriorio nacional para paliar dichas carencias aportando su maquinaria y materiales.

La empresa astillera Navantia, con sede en Cartagena, ha puesto sus recursos y experiencia en la fabricación aditiva, concretamente de impresión 3D, a disposición de las administraciones públicas para «aunar esfuerzos y apoyar en las necesidades surgidas en la lucha contra la pandemia del COVID-19», según explican desde la empresa.

A través del Centro de Excelencia de Fabricación Aditiva de Navantia (CEFAN), ubicado en el Astillero de Puerto Real, y junto a investigadores de la Universidad de Cádiz (Grupo INNANOMAT) y otros colaboradores, Navantia está contactando con autoridades sanitarias y fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado para alcanzar una coordinación efectiva que permita que la ayuda llegue donde es necesaria.

La empresa pública se suma así a las múltiples iniciativas que están surgiendo a nivel empresarial en el ámbito de la fabricación aditiva, con objeto de mostrar su solidaridad y compromiso social.

El primer respirador 3D

La tecnología del diseño e impresión tridimensional puede usarse para la fabricación de respiradores 'de campaña'. El primero de España y que servirá como referencia a Navantia ha sido el del centro tecnológico Leitat de Cataluña.

Se trata de un respirador en el que se ha simplificado al máximo su diseño y componentes con el fin de poder desarrollar un dispositivo médico robusto, de utilidad y de menor complejidad facilitando su producción y ensamblaje.El diseño ha sido realizado por el ingeniero senior de Leitat, Magí Galindo, y validado médicamente por el doctor Lluís Blanch.