La escasez de equipos de protección individual para trabajadores expuestos al contagio de coronavirus es generalizada. Uno de los puntos sensibles son los centros penitenciarios. Un guardia civil murciano que trabaja en una cárcel de Alicante explica a LA OPINIÓN los pocos medios con los que tiene que realizar su labor, una situación que califica de «barbaridad».

El agente, que prefiere quedar en el anonimato, se encarga de trasladar a los internos que lo necesitan desde el centro hasta el hospital. Explica que, para evitar que el virus haga estragos en la prisión, han reducido las salidas a los casos de mayor gravedad.

No obstante, la exposición a la que se ve sometido contrasta con los medios de protección de la que dispone. «Te dan una mascarilla y un par de guantes y te piden que los reutilices, eso es una barbaridad», relata el agente a esta redacción. «El guante se deteriora y tienes que cambiártelo si no llega a ser porque los enfermeros me dieron guantes, yo no podría haber acabado el servicio», asegura.

Además de ese par de guantes y la mascarilla que deben reutilizar, solo cuentan con «un rollo de papel grande y gel hidroalcóholico» para realizar un trabajo que conlleva contacto con personas contagiadas.

Durante la jornada del sábado tuvo que trasladar a un interno que presentaba «neumonía aguda y no podía respirar» al hospital. «Estamos expuestos a ese contagio, ayer (por el sábado) pasé 9 horas en el hospital de pie con 15 casos que había en el centro».

Esta escasez de medios de protección se produce a pesar de que el guardia civil afirma que ya hay dos positivos por coronavirus entre sus compañeros. «Incluso después de los positivos de los compañeros, las medidas de seguridad son nulas».

«Por escrito y de voz hemos pedido más material, pero como hay escasez nos han dicho que cuando se agotan, se agotan», relata.

No atienden sus peticiones

El agente explica que también han solicitado que se reduzcan el número de los grupos de trabajo a dos para «evitar bajas masivas» si se presentan más casos positivos en el equipo. Pero no les han concedido la petición. «El segundo guardia civil que murió hacía este trabajo. Lo que tiene esta unidad es que cuando estás haciendo este trabajo, si hay una persona que esta contagiada, te contagias», asegura.

El agente afirma que, hasta ayer, tampoco estaban autorizados a llevar al puesto de trabajo mascarillas u otros medios de protección que hubieran obtenido por su cuenta. «Incluso sancionan a gente, en nuestra unidad todavía no, pero hay una directriz en ese sentido», se queja.

Ayer se produjo un cambio en este sentido y se les permite utilizar medidas de protección privadas si estas presentan un «aspecto razonable».

El agente teme que si no se produce un cambio de actitud en las autoridades competentes, «la situación no va a mejorar».

Considera «una pena» que efectivos como enfermeros, policías o guardias civiles tengan que realizar su trabajo «sin medios».