El sureste español no es el único que sufre la escasez de agua dulce, sino que es un problema global; y es que, de toda el agua que existe en la Tierra, apenas un 3% es agua dulce. A ello se suma que su uso desmedido, tanto para consumo humano (para beber, aseo personal y ocio) como por su aplicación en la industria (gran parte de los procesos industriales y de producción requieren del uso de agua), así como otros factores como la contaminación o la deforestación, provocan que el agua empiece a convertirse en un bien cada vez más escaso.

En los países desarrollados, prácticamente la totalidad de la población tiene acceso a agua potable, pero hay muchos países en los que contar con agua potable cerca del hogar es un lujo. Además, los expertos ya alertan de que cada vez irán aumentando las zonas en nuestro planeta que no contarán con este bien tan necesario para la vida, si no se toman medidas de ahorro. Por ello, estos consejos te ayudarán a ahorrar cientos de litros de agua en tu día a día, y de una forma fácil y cómoda.

1. Usar el lavavajillas. Según un estudio llevado a cabo por el Canal de Isabel II de Madrid, el uso del lavavajillas permite ahorrar hasta 100 litros, alrededor de un 10% de agua, respecto al lavado de platos manual. Además, puesto que la mayor parte del agua ahorrada es agua caliente, también se experimenta un ahorro de energía de 3 kW/h en cada lavado. En caso de que friegues a mano, deja correr el agua del grifo solo para fregar los platos y demás enseres de cocina, pero no lo dejes abierto mientras enjabonas.

2. Botellas de agua dentro de la cisterna. Muchas casas ya tienen sistemas de doble capacidad dependiendo de las necesidades de cada uso pero aún hay muchas otras que no. La mayoría de las veces no se requiere la ingente cantidad de agua que desprende la cisterna, por lo que una buena solución para no derrochar es colocar dos botellas de plástico en el interior para reducir el volumen de agua que se gasta cada vez que se tira de la cadena. Además, vigila que el tanque del inodoro no tenga fugas de agua y controla que a cadena se cierra al vaciarse el depósito.

3. Cerrar el grifo durante el aseo. Durante el cepillado de dientes o el afeitado no es necesario mantener el grifo del agua abierto. Cerrándolo mientras te aseas ahorrarás hasta 12 litros de agua por minuto.

4. Lavadoras y lavavajillas siempre llenos. Ambos electrodomésticos, salvo que se active la función de media carga que no todos los aparatos incorporan, gastan la misma cantidad de agua independientemente de la cantidad de ropa y cacharros. Llenándolo hasta arriba optimizarás el consumo de agua.

5. Regar siempre de noche. Durante el día, las altas temperaturas evaporan parte del agua que empleas en regar tus plantas, siendo el momento más recomendable del día al atardecer o al amanecer. Además, riega a mano las zonas pequeñas y las de mayor tamaño, con aspersores, que se pueden programar para usarlos de manera eficiente.

6. Utilizar atomizadores o difusores. Los atomizadores son unos pequeños artilugios que se colocan en la salida del agua de los grifos y que permiten mezclar el agua con aire. Así conseguirás una sensación de mayor chorro con una menor cantidad de líquido, lo que te permitirá ahorrar agua. Por ejemplo, instalando un difusor en el cabezal de la ducha, se puede recudir el consumo de agua a la mitad sin que lo notemos.

7. No te bañes, dúchate. La ducha en lugar del baño permite un ahorro de unos 150 litros de agua. Si multiplicas esa cantidad por el número de veces que te duchas al año, verás que el derroche es más que notable.