La tarea ordinaria de la Junta es promover el suministro de agua de riego a los agricultores en la cantidad que necesitan para el desarrollo de sus actividades.

A lo que hay que añadir las acciones de conocimiento de los recursos hídricos disponibles en la cuenca así como las circunstancias de su desembalse y circulación por los ríos y por los canales. No podemos negar nuestra preocupación por el ajuste de la contabilidad oficial a la realidad del agua que fluye por éstos.

Por otra parte, estamos en un año especial por lo que se refiere a la tramitación de los planes hidrológicos. En este momento estamos trabajando en nuestra aportación al esquema de temas importantes del Plan Hidrológico para 2012-2027 tanto de la Demarcación Hidrográfica del Segura como de la del Tajo.

Afortunadamente estamos en una cuenca hidrográfica muy regulada y se puede almacenar el agua principalmente en los embalses de cabecera y distribuirla en la medida de lo posible de acuerdo con las demandas. Todos estos procesos son gestionados por la Confederación Hidrográfica del Segura de acuerdo con las pautas que marca su Junta de Gobierno en la que participamos los regantes.

Además, a nivel privado existen numerosos embalses donde los agricultores conservan el agua para disponer de ella cuando es necesario.

En general es preocupante la criminalización de las actividades agrarias y en especial de los regadíos que en este momento es asumida por la opinión pública, de mayoritaria componente urbana. Hoy en día, detrás de esto, se advierte la mano política que dirige la manada hacia posicionamientos perfectamente diseñados.

Lo peor de todo es la falta de respuesta de la sociedad civil, especialmente de los agricultores y ganaderos, y también de los políticos moderados que se acoquinan cuando les mencionan el medio ambiente. Produce vergüenza ajena ver a políticos de derechas, de centro y de izquierdas aparentando ser más ecologistas que los antisistema.

La justa redistribución del agua en el territorio español es asunto pendiente que para los regantes del Sureste Español tiene capital importancia.

Es necesario proceder a la regularización de los regadíos en todo el territorio de la cuenca hidrográfica del Segura. Hasta ahora sólo conocemos acciones negativas por parte del Organismo de cuenca que se ha resistido más allá de lo razonable a reconocer la legitimidad de los regadíos existentes antes de la entrada en vigor del Plan Hidrológico de 1998.

Parece que se quiere enmendar esa trayectoria o por lo menos así lo indica que la Confederación Hidrográfica del Segura haya sacado a concurso la asistencia técnica para realizar los trabajos técnicos y de reconocimiento de campo para la tramitación de solicitudes de regularización de aprovechamientos consolidados conforme al art. 36 del Plan Hidrológico de la Demarcación Hidrográfica del Segura (BOE 16/03/2020). Ya era hora y esperemos que sea para bien.

Es necesario dotar a la Confederación Hidrográfica del Segura de fondos públicos para que sus distintas oficinas y servicios puedan desarrollar plenamente los fines que tienen asignados. Para que no se eternicen los procedimientos por falta de medios.

En estos territorios no se puede gestionar un bien tan necesario como el agua sin dotar la acción pública con los instrumentos financieros que estrictamente necesita.