El objetivo está claro: que ningún niño en riesgo de exclusión social se quede sin comedor durante la cuarentena por la pandemia del coronavirus. Tanto el Ayuntamiento de Murcia como el de Cartagena han puesto en marcha sendos planes para garantizar el alimento a los beneficiarios de las becas de comedor.

Así, desde este lunes, los padres de los menores de Educación Infantil, Primaria, y Secundaria del municipio de Murcia que recibían ayudas económicas las seguirán recibiendo y los que no, recibirán los alimentos a través de los Servicios Sociales de Atención Primaria, en coordinación con la Consejería de Educación y de Mujer, Igualdad, LGTBI, Familias y Política Social.

Esta situación extraordinaria se mantendrá durante todo el período que permanezcan cerrados los colegios e institutos debido a la declaración del estado de alarma decretado por el Gobierno central para hacer frente a la pandemia del coronavirus, informan desde el ayuntamiento de Murcia.

Por su parte, el Ayuntamiento de Cartagena ha puesto en marcha este jueves un dispositivo para repartir a domicilio las comidas de los niños que tengan una beca de comedor escolar, que se desarrollará durante todos los días de la semana, incluidos sábados y domingos. El servicio, que empieza con 571 usuarios, permanecerá operativo mientras se prolongue la crisis sanitaria y el Ayuntamiento abonará los gastos que excedan el importe de las becas regionales por hacer el servicio todos los días y a domicilio.

El operativo, que comenzó ayer con el reparto de una comida, ha podido activarse con la colaboración de un catering que tiene capacidad suficiente y ofrece garantías que ya ha demostrado en el reparto de comida a mayores y personas con discapacidad.

El servicio garantiza una comida diaria a los usuarios. Los viernes se servirá el alimento para el fin de semana. El programa pretende garantizar la alimentación de niños vulnerables por sus circunstancias económicas y familiares.