Los canales de Venecia ofrecen estos días una imagen muy simbólica de lo que supone una ciudad sin apenas movimiento y una naturaleza, con su flora y su fauna, que toma presencia ante el parón de la actividad humana. Con la misma situación en Italia y España, con confinamiento de la población para frenar los contagios por coronavirus, el Mar Menor no correrá la misma suerte que Venecia, según apuntan distintas organizaciones ecologistas.

La mayor demanda de productos hortofrutícolas en la Región y en España ya está llevando a un repunte de la producción agrícola de regadío en la comarca del Campo de Cartagena, como confirman agricultores, comunidades de regantes y los propios ecologistas, que temen un mayor vertido de agua con un alto contenido en nutrientes proveniente de «suelos agrícolas con fertilizantes».

El abastecimiento a la población de hortalizas y frutas, unido a la subida del precio que perciben los agricultores de Cartagena por algunos de estos productos, se está traduciendo en nuevos cultivos, un motivo que desde Ecologistas en Acción y Asociación de Naturalistas del Sureste (ANSE) no quieren que se utilice «como excusa» para permitir «aumentar la superficie agrícola intensiva».

El cese de actividad humana en torno a la laguna, unido al cierre de establecimientos hoteleros, prohibición de pasear por las playas y menor flujo de residuos urbanos al Mar Menor es una nota positiva para ANSE y Ecologistas, pero el origen del problema, señalan, está en la «agricultura intensiva de regadío».

La nula vigilancia del cumplimiento del decreto ley de Protección Integral del Mar Menor, vigente desde diciembre del año pasado, es un punto serio para ambas organizaciones. Desde ANSE, su presidente Pedro García reclama como medidas urgentes reducir la superficie de regadío en las proximidades de la laguna en un 20% «hasta alcanzar la superficie legal permitida», proceder a la compra de terrenos en torno a la laguna y colocar filtros verdes.

Los ecologistas tenían la esperanza puesta en las medidas del Plan de Vertido Cero al Mar Menor del Ministerio de Transición Ecológica. Pero señalan que con el estado de alarma impuesto, y con el previsible hecho de que se alargue en el tiempo, estas medidas tardarán aún más en llegar.

Repoblación en el Mediterráneo

La parálisis de la actividad pesquera en el litoral murciano ayudará, según apuntan desde ANSE, a la repoblación de muchas especies «si el estado de alarma se alarga un poco más». En la última semana, señalan, se han avistado además a distintas parejas de delfines muy cerca de la costa.