El estado de alarma debido a la pandemia de coronavirus que vive el mundo sigue dando lugar a situaciones en las que un sujeto decide ir a la calle, sin excusa de fuerza mayor, y la Policía lo detecta y para. El individuo que ayer acababa detenido en Cartagena tenía, además, un historial delictivo a sus espaldas.

Ocurría en la zona de José María Lapuerta. Agentes de la Policía Nacional han arrestado a un joven de 34 años de edad, cuya identidad no ha sido facilitada, por desobediencia: estaba en la vía pública pese a estar prohibido. Sin embargo, se da la circunstancia de que se trataba de un maltratador condenado que se saltó la orden de alejamiento de su hija, menor de edad, en pleno confinamiento, indican fuentes cercanas al caso.

La pequeña, que vive ahora con unos padres de acogida, se encuentra bien, ya que el sujeto no llegó a estar con ella. Cuando llegaron coches de la Policía, el individuo se dio a la fuga. En su carrera, llegó a casa de su padre, a quien pidió ayuda para esconderse, aunque lo que hizo su progenitor fue dar facilidades a los agentes para que lo arrestasen.

Cuando la Policía arrestó al sujeto, descubrió que tendría que haber entrado en prisión el viernes, por malos tratos, pero la excepcional circunstancia que vive el país dio lugar a que no ingresase. Es decir: el viernes era su fecha máxima para, por propia voluntad, ingresar en un penal, pero no lo hizo. Al joven se le detiene ahora por desobediencia grave.