El director técnico del Teléfono de la Esperanza en Murcia, Antonio Rubio, explicó que, en el escenario de la pandemia del coronavirus, «colapsados, afortunadamente, no estamos», ya que hay «más de 60 voluntarios atendiendo las 24 horas» a personas que necesitan que alguien las escuche. Personas que, muchas de las cuales, trabajan en el ámbito sanitario y «están soportando un nivel de estrés bastante elevado» estos días, manifiesta Rubio.

Médicos, enfermeros y auxiliares «también necesitan canalizar sus emociones», reitera, ya que, lo que están viviendo es «un tema emocional más que sanitario».

«La situación de crisis que estamos viviendo sobre todo supone un impacto emocional. Tenemos escenarios nuevos: que las personas no podamos salir a la calle nos supone un rearme tanto físico como emocional», considera.

En la misma línea, Rubio se refiere al hecho de que bajo un mismo techo están «conviviendo muchas horas y muchos días los miembros de una familia», lo cual no es extraño que dé lugar a una «generación de conflictos». «Las emociones que tenemos a flor de piel tenemos que gestionarlas y canalizarlas», subraya Antonio Rubio, que apuesta por «desahogarse, hablar y comunicar».

«Las personas que trabajan en el mundo sanitario también tienen sus emociones. Están sufriendo unos niveles de estrés y saturación importantes», apostilla al respecto, por lo que aconseja a estos profesionales «que traten de buscarse espacios para poder relajarse».

¿Y qué pueden hacer? «Lo que están haciendo, llamar al Teléfono de la Esperanza. Y buscar personas con las que hablar abiertamente de sus sentimientos», manifiesta Rubio, que recuerda que estos sanitarios «a los pacientes les dan lo mejor de sí mismos». De ahí que les sugiera «tratar de confrontar esa ansiedad con pensamientos tipo ‘la labor que estoy haciendo en muy importante’».

Desde que empezó el asunto del coronavirus coronavirus(especialmente desde el primero positivo hecho público en la Región, el día 8) han aumentado las llamadas a esta ONG de voluntarios que ayuda a las personas en situaciones de dificultad o crisis. Y es que el aislamiento y el temor a contraer el coronavirus son las preocupaciones de muchos murcianos, que simplemente necesitan que alguien les escuche.