Unos 300.000 trabajadores de la Región sufren las consecuencias que la epidemia de coronavirus y el cierre de los centros de trabajo está teniendo sobre las empresas de la Región, según las estimaciones de la secretaria de Organización de Comisiones Obreras, María Jesús Gómez.

La número dos del sindicato calcula que entre el 30% y el 40% de los asalariados de la Región sufre el impacto de la crisis sanitaria sobre la actividad económica y mostró su preocupación por la pérdida de empleo que puede producirse cuando pase la pandemia. «Es posible que los ERTE se conviertan en ERE», dijo la responsable de Organización de CC OO, ante la paralización de la actividad económica se y el impacto que tendrá la suspensión de la Semana Santa y las Fiestas de Primavera.

Según los cálculos de María Jesús Gómez, a los 300.000 trabajadores que sufren las consecuencias de la paralización de la economía se suman los funcionarios que no pueden acudir a su puesto y están practicando el teletrabajo.

Por otra parte, valora positivamente las medidas aprobadas por el Consejo de Ministros. Cree que «van a tener un alto coste para la ciudadanía, pero parecen comprometidas con las personas».

Por su parte, el secretario general de UGT, Antonio Jiménez, considera aventurado dar cifras sobre el número de trabajadores que pueden ser incluidos en los expedientes de regulación de empleo esperados, aunque también alertó de que habrá que evitar que la crisis «se aproveche para destruir empleo». Antonio Jiménez agradeció que el Gobierno «haga un esfuerzo presupuestario» para que los trabajadores puedan recibir prestaciones y cobrar el desempleo, aunque no tengan todavía las cotizaciones necesarias, sin que se les deduzca después del periodo que les corresponda si se quedan en paro.