Agricultores y ganaderos trabajan estos días a destajo por una conducta anómala entre la sociedad española. El acaparamiento de productos, en este caso verduras, hortalizas, frutas y sobre todo carne por la alerta sanitaria del coronavirus ha logrado que el sector primario viva una segunda «campaña de Navidad» en menos de medio año por la fuerte demanda.

En algunos productos de frutas y verduras, los agricultores han podido obtener un precio escasamente mayor, de entre 15 y 20 céntimos más por kilo debido a la demanda de los proveedores, ya que los comercios y supermercados agotan existencias más rápido que en otras circunstancias.

«El sector está notando una mayor demanda de productos hortofrutícolas y el precio en origen de algunos productos ha subido, pero muy poco», señala Vicente Carrión, presidente de COAG en Cartagena. En plena campaña de plantación del melón, la recolección estos días de estado de alerta ha sido mayoritariamente la actividad principal y todo se desarrolla «con normalidad».

En ganadería, el número de sacrificios ha aumentando, tanto que los representantes agrarios comparan este momento con la víspera de Navidad. La demanda de carne porcina y avícola es elevada, pero el suministro está garantizado, asegura Carlos Esparza, representante de UPA. «Tenemos una producción por encima de nuestro consumo interno», subraya, pero también avisa de que si esta demanda se prolonga muchos meses, puede haber «estrés» en el sector. En esta época del año también comienza la producción y exportación de ganado ovino por la demanda de cara a la festividad del Ramadán.

Desde las organizaciones agrarias aseguran que a todos los empleados del campo, mayoritariamente de población extranjera, se les ha facilitado un documento para que puedan desplazarse hasta sus lugares de trabajo.