Las recomendaciones de la Consejería de Sanidad no han sido suficientes para evitar el crecimiento exponencial del coronavirus en la Región de Murcia. La llegada de personas procedentes de regiones que son foco de contagio, especialmente la Comunidad de Madrid, ha aumentado el número de infectados por el Covid-19.

Por este motivo, desde ayer por la tarde, la Comunidad ha decretado el confinamiento de los municipios de la costa de la Región. Del noreste al suroeste, en San Pedro del Pinatar, San Javier, Los Alcázares, Cartagena, La Unión, Mazarrón y Águilas ya no existe libertad de movimientos. Esto significa, explicó el presidente de la Comunidad, Fernando López Miras, que «se restringen todos los desplazamientos de la población de estos municipios a movimientos exclusivamente de carácter laboral, de emergencias o de aprovisionamiento de comida o productos farmacéuticos».

Esta drástica medida, que se podrá extender a otros municipios del territorio regional si la administración lo viera conveniente, afecta a una población de 376.640 personas, según las últimas cifras publicadas en el Centro Regional de Estadística.

También se cerrarán todos los establecimientos de ocio, culturales, museos y oficinas de Turismo. Ni cines, ni discotecas, ni restaurantes ni bares. Tampoco abren los comercios y centros comerciales. Hasta los parques, jardines y las playas han sido clausurados. Solo quedan abiertos aquellos establecimientos de carácter asistencial, relacionados con la alimentación y el servicio farmacéutico, detallan desde el Ejecutivo.

Esta orden tendrá una vigencia de 14 días, hasta el 26 de marzo. «Si no tienen que atender una necesidad básica, quédense en sus casas», insistió el presidente ayer en una rueda de prensa que ofreció junto a su consejero de Salud, Manuel Villegas.

«Soy el responsable de la seguridad de los míos y no vacilaré lo más mínimo», aseguró el jefe del Ejecutivo de San Esteban. Estas medidas, advirtió, son de «estricto cumplimiento» y se coordinarán las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado para que se cumpla el aislamiento. Habrá controles en las carreteras y la desobediencia a esta orden será considerada «desacato a la autoridad».

Asimismo, López Miras advirtió que no descartan tomar medidas «más drásticas» y, si llegara el momento, extender el confinamiento al resto del territorio.

El consejero Manuel Villegas mantuvo, a pesar de la gravedad de las medidas, que la situación en la Región «está controlada. El problema es lo que puede venir, es un llamamiento a la responsabilidad».

Lealtad al Gobierno central

Aunque en los últimos días se habían escuchado críticas a la tardanza del Gobierno central a la hora de tomar decisiones para frenar la expansión del coronavirus, ayer no se escucharon reproches a Pedro Sánchez por parte del presidente Fernando López Miras. Al contrario, adelantó, una hora antes de que se produjera, que el Ejecutivo de Madrid contará con su lealtad si decreta el Estado de Alarma.

«Vamos a salir de esta. Podemos frenar la expansión de la epidemia, pero necesitamos la colaboración de todos», afirmó Miras, quien reconoció que, aunque la orden de la Consejería de Salud contiene medidas «que no son fáciles ni cómodas» de cumplir, lo importante es «proteger la salud».

El presidente de la Comunidad indicó que no está «solo» en esto, ya que cuenta con el apoyo de los sectores afectados por estas restricciones.

Base jurídica

Para evitar el contacto social, la Comunidad necesitaba procurar el «distanciamiento social» no sólo en los centros formativos, culturales o deportivos -que ya están clausurados-, «sino también en los habituales lugares de ocio en los que se produce un contacto estrecho entre las personas como discotecas, restaurantes, bares y otros establecimientos cerrados de esparcimiento». Teniendo en cuenta las atribuciones que le están conferidas a la Comunidad en materia de Salud Pública, y tras consultar a las unidades competentes en epidemiología y vigilancia de la salud en relación con la urgencia y necesidad de las medidas, desde el Gobierno solo han tenido que activar los instrumentos contemplados en la Ley 17/2015, de 9 de julio, del Sistema Nacional de Protección Civil y, en concreto, el Plan Territorial de Protección Civil de la Región de Murcia (PLATEMUR).

El objetivo primordial es evitar que se puedan producir colapsos en el sistema de atención sanitaria en la Región de Murcia.