Transparencia, comunicación e implicación familiar son las señas de identidad de la cooperativa de educación infantil AEPIO (Asociación de Empresarios del Polígono Industrial Oeste) de San Ginés. Implicar a las familias en la educación de sus hijos para que de algún modo se sientan parte del centro y del propio proceso educativo. Porque un centro de educación infantil se compone de cada una de las historias de las familias que lo componen, y María Dolores Serrano, directora de la cooperativa AEPIO, entiende su trabajo alrededor de esa folosofía: «Cada familia tiene su historia, bienvenidos a la nuestra».

Este centro educativo infantil, centrado de los cero a los tres años, pero que también ofrece un servicio de ludoteca a niños de hasta diez años, nació como un servicio hacia los trabajadores del polígono indutrial oeste, quienes disfrutan de un descuento en las cuotas, y de pedanías cercanas, con el principal objetivo de mejorar la conciliación laboral-familiar.

Mediante un proyecto elaborado por el propio personal docente, desde el centro se se busca potenciar la creatividad, imaginación y autonomía de cada niño. No solo se trabaja en grupo, sino que se intenta acceder a las necesidades de cada uno de los alumnos de una manera individualizada. Una de las características de esta metodología es la de la realización de una jornada tipo en cada una de las aulas del centro, por lo que cada día es destinado al desarrollo de un tipo de actividades en concreto, como pueden ser las actividades plásticas y de psicomotricidad relacional, los juegos heurísticos, o las clases de musicoterapia, impartidas desde hace seis años por Domingo, el musicoterapueta de la cooperativa, que dos días a la semana ayuda a los alumnos a trabajar su parte más emocional a través de cuentos y canciones motoras.

Una de las claves del éxito de este centro con respecto a la conciliación entre el trabajo y la familia es la implementación de su agenda virtual, una aplicación móvil con la que padres y docentes pueden comunicarse.Además de recibir información diaria sobre sus hijos, los padres participan en acividades, almuerzos y convivencias, como la que realizan anualmente en el monte, para fortalecer ese vínculo entre padres, hijos y centro.

Con un total de unos 85 alumnos y 15 trabajadores, el Centro de Educación Infantil AEPIO ofrece además servicios de comedor con comida casera, un horario conciliador (de 07.30 horas a 19:30 horas) durante los doce meses del año, y una gran variedad de recursos para aportar a los alumnos las herramientas necesarias para crecer en un ambiente abierto y donde su imaginación y sentimientos sean los protagonistas del proceso, como por ejemplo un huerto propio, un patio exterior, otro interior y nueve aulas de unos cincuenta metros cuadrados cada una.

«La educación a estas edades debe empezar a olvidarse de los libros, hay que darle la oportunidad a los niños de ser creativos y de que trabajen y distingan sus emociones», afirma María Dolores, directora de AEPIO, con respecto al enfoque educativo en las edades más tempranas.