Los 'vigilantes' del decreto ley del Mar Menor podrán comenzar su formación dentro de poco tiempo en el Centro Integrado de Formación y Experiencias Agrarias, CIFEA, de Torre Pacheco. La figura de Operador Ambiental está recogida dentro de este decreto que se aprobó el pasado mes de diciembre y que establece que las explotaciones agrícolas deberán disponer de un operador agroambiental que, en virtud de relación laboral, mercantil o profesional, sea responsable del asesoramiento para que «el titular de la explotación cumpla adecuadamente las obligaciones establecidas en este Decreto-Ley o en el programa de actuación aplicable, y en su caso de elaborar la información o documentación que deba aportarse o presentarse ante la Consejería competente para el control de la contaminación por nitratos».

Si reúne los requisitos necesarios, el propio titular de la explotación que se vea afectada por este decreto ley, podrá ser también operador agroambiental.

Estará considerado como infracción grave no disponer de este operador en las explotaciones, según se desprende del decreto.

El consejero de Agua, Agricultura, Ganadería, Pesca y Medio Ambiente, Antonio Luengo, anunció ayer, durante su visita a las instalaciones del Cifea, que en abril se iniciarán los nuevos programas de formación y de transferencia tecnológica sobre el Mar Menor. En un comunicado del Gobierno regional, Luengo ha señalado que esta formación estará destinada a los trabajadores agrarios del Campo de Cartagena, para incidir en medidas que contribuyan a «reducir las presiones que sufre» la laguna, y que permita pone a su disposición el conocimiento y experiencia de los profesionales del Cifea.

Durante este mes se va a terminar de redactar el programa formativo, que incluye acciones que doten a los agricultores y ganaderos de los conocimientos necesarios para adaptar sus actuaciones al cumplimiento de la ley, así como el uso de nuevas tecnologías e innovación aplicada a sus cultivos o explotaciones.

Ejemplo de ello serán los proyectos relacionados con la hidroponia, instalación de sensores de humedad, setos y cubiertas vegetales en las fincas, o el uso de fertilizantes con poca o nula aportación de nitrógeno en los cultivos. Estas técnicas, ha apuntado Luengo mezclan la innovación y la precisión con la calidad de los productos resultantes, permitiendo disponer de una agricultura y ganadería cualificada, que emplea únicamente los recursos necesarios y que «está comprometida con la sostenibilidad y el cuidado del medio ambiente».

A esta formación se sumarán próximamente los cursos para el desarrollo de la figura del operador agroambiental que recoge el decreto ley y que debe garantizar el cumplimiento de la norma en todas las fincas. «De esta forma se cumple con nuestro objetivo de convertir el Cifea en un centro de referencia para formación y asesoramiento de los sectores agrícola y ganadero en el entorno del Mar Menor, enfocado a la recuperación ambiental de este espacio único», concluyó Luengo.