Mas personal para que cada puesto de la Academia General de Aire (AGA) de San Javier pueda ser ocupado por varios trabajadores y reducir así la carga que soportan ahora. Esta es la petición que pilotos y personal de tierra hicieron ayer a la ministra de Defensa, Margarita Robles, en un diálogo calificado por ella misma como «franco abierto y transparente», en la visita que hizo a la AGA tras el accidente que el pasado jueves costó la vida al comandante Eduardo Fermín Garvalena tras precipitarse su avión en aguas de La Manga, el tercer siniestro mortal en siete meses.

Robles, que ya estuvo en la AGA el pasado sábado para asistir al funeral del comandante, quiso dejar patente el apoyo y el cariño del Gobierno a los compañeros y alumnos del piloto fallecido y, ante la petición que le hicieron, explicó que son conscientes de que en muy poco tiempo ha habido tres accidentes (el 26 de agosto de 2019 moría, también en La Manga, el comandante Francisco Marín y un mes después fallecían en el Mar Menor, durante un entrenamiento, el comandante Daniel Melero y la alférez Alumna Rosa María Almirón) y que la carga de trabajo es «grande».

La titular de Defensa señalaba que la de piloto es una profesión de altísimo riesgo pero que «ellos saben que la seguridad es al 100 por 100 y que no vuelan si no es así». Robles dejó claro que el Gobierno busca tener el mejor Ejercito del Aire con los mejores profesionales. En cuanto a los plazos en los que podrían incorporarse estos nuevos efectivos, la Ministra explicó que se van a hacer propuestas a corto, medio plazo y largo plazo «porque formar pilotos lleva mucho tiempo», aunque recordó ya se están incrementado las plazas que salen para el Ejercito del Aire, aunque calculó que se necesitarían 8.000 más.

Sobre la garantía de los aviones, en un encuentro con la prensa antes de la reunión con la ministra, miembros de la AGA aseguraron que van a seguir volando con el C -101 «porque no hay nada que indique que estén fallando por obsolescencia». El Airbus C-101 Aviojet es una aeronave dedicada a la enseñanza de pilotos y el vuelo acrobático que cuenta con más de 40 años de servicio en el Ejército del Aire español y que terminará su vida útil en 2020-2021. De hecho, Defensa firmó en enero la compra de una nueva flota que los sustituya. También explicaron que la Comisión de Investigación no ha podido determinar todavía las causas de ninguno de los accidentes.

No obstante, han revelado que, a raíz del accidente del C-101 en el que falleció el comandante instructor Francisco Marín, el l jefe del Estado Mayor del Aire (JEMA) tomó la decisión de aumentar en 3.000 metros el margen de altitud en el que estos pilotos realizan vuelos de adiestramiento.

También descartan que la carga de trabajo afecte a los pilotos porque ellos «serían los primeros en avisar si no estuvieran en condiciones para volar». En cuanto al estado de ánimo de alumnos y profesores han dicho que «un accidente es duro, pero tres son una pesadilla. Aún así hay que seguir adelante por los que se han ido y por los que están». Estaba previsto que el C-101 siniestrado el pasado jueves, que se encuentra en el Arsenal de Cartagena, llegara a la AGA ayer u hoy, en función de las condiciones meteorológicas debido a las fuertes rachas de viento, para que la Comisión para la Investigación Técnica de Accidentes de Aeronaves Militares inicie la investigación.