La situación del Mar Menor ya ha empezado a pasar factura a los hoteles situados al borde de la laguna salada. En febrero ha sido cancelada la llegada de un grupo que habría aportado al establecimiento un centenar de estancias, según informó la presidenta de Hostetur, Soledad Díaz.

La decisión ha causado preocupación entre los empresarios, dado que no se esperaba que el impacto de las noticias sobre el estado del Mar Menor empezara a notarse ya en invierno, puesto que «los clientes del Imserso no se bañan en febrero». Soledad Díaz aseguró que, pese al estado de la laguna, «los últimos análisis realizados por la Consejería de Sanidad indican que las aguas son totalmente aptas para el baño».