Miles de hurtos en Murcia en un año y los que se llevan la peor parte en este asunto son los comerciantes. Los cacos suelen hacer de las suyas en grandes superficies, pero también en tiendecillas de barrio. El presidente de la Asociación de Comerciantes Carmelitanos, Juan Antonio Grajalva, apuntó que le consta que se han incrementado los hurtos y robos en negocios de la zona, al tiempo que lamentó que «mucha gente no termina de poner la denuncia».

«La gente no se da cuenta de la importancia de poner la denuncia. El servicio de la Policía funciona bien, tanto la Local como la Nacional, pero mucha gente no se da cuenta de que, si no pone la denuncia, no se recoge en las estadísticas», manifestó.

«No se recoge la realidad», aseveró al respecto. Preguntado por qué objetos se llevan principalmente, dijo que «ropa y elementos de fácil venta, como electrodomésticos y complementos».

Los amigos de lo ajeno cogen estas cosas «aun estando bien protegidas» y lo hacen «muchas veces, con la distracción».

Grajalva reveló, por otra parte, que «ha habido un reparto de billetes falsos en el barrio», algo que se hace «con la excusa del cambio». Esto es: alguien pide en una tienda que le cambien un billete y lo que le da al comerciante resulta que está falsificado. «La Policía está encima», subrayó.

Asimismo, aludió a la importancia de que se acometa en el barrio «una mejora lumínica», especialmente en las calles Cartagena y Floridablanca, con el fin de que una mayor iluminación frente a los carteristas callejeros.

Los seguros no les respaldan

Por su parte, la presidenta de la Asociación de Comerciantes El Triángulo de Murcia, Carmen Piñero, manifiesta que «en nuestra zona no está habiendo muchos últimamente». Estos suelen realizarse siguiendo el mismo método: se aprovechan del despiste del trabajador para llevarse el botín. «Cuando estás al descuido, tratan de meter la mano en la caja o, si no, intentan llevarse algún producto», manifiesta Piñero.

El problema que tiene, explica, es que los seguros no les cubren por lo que puedan robarles y, además, consideran que las penas para el hurto son muy bajas «Cuando son menos de 400 euros ni entran, salen por la misma puerta (del Juzgado)», lamenta.