"Siguiendo las normas e instrucciones emanadas tanto por el papa Francisco, como las de su antecesor el papa Benedicto XVI, y teniendo en cuenta las recomendaciones de la Pontificia Comisión de Menores, creemos que ha llegado el momento de pasar a la acción y poner a las víctimas en el lugar que se merecen, reconociendo su sufrimiento, y ayudándoles con todos los instrumentos que están a nuestro alcance".

Son palabras del decreto del obispo de Cartagena, Mons. José Manuel Lorca Planes, por el que se constituye en la diócesis de Cartagena la Delegación episcopal para la protección de los menores y los adultos vulnerables.

"Las personas que han sufrido abusos sexuales, cuando eran menores de edad, o siendo adultos vulnerables, por parte de sacerdotes, religiosos y religiosas, y laicos comprometidos de nuestra Iglesia diocesana, tienen que ser objeto de la mayor protección y atención por parte de nuestra Diócesis", explica el obispo en su decreto, "una realidad que requiere ser abordada de forma multidisciplinar y por ello, no basta únicamente con una respuesta penal, canónica o estatal, sino que se hace necesario una respuesta integral, que tenga en consideración la realidad del abuso sexual en su totalidad".