«¡Qué angustia, tío, hombre!», exclamaba Touré al enterarse de que el autobús que en apenas media hora pensaba coger en la estación de San Andrés, para regresar a Milán, donde reside, no haría parada finalmente en Italia.

La empresa búlgara Union Ivkoni tomaba esta decisión este miércoles por la tarde, y así se lo hacía llegar a sus trabajadores, para que se lo comunicasen a los pasajeros. Desde Murcia, dos personas tenían previsto viajar al país alpino: uno con destino a Génova, y el citado Touré, a Milán.

«No hay cancelaciones por parte de los pasajeros», contaba a esta redacción Maizi Bachir, empleado en la sucursal de Eurolines en la estación de San Andrés, antes de que se le comunicase la medida, por precaución.

En el caso de Touré, compró el billete el martes, para viajar miércoles. Él vive y trabaja en Milán, está en la Región porque había venido a ver a unos amigos. Antes de saber que no iba a poder viajar, el joven aseguraba estar «tranquilo» ante el asunto del coronavirus.

Al final, el chico decidía coger un autobús a Barcelona (que llegará este jueves por la mañana), con la intención de desplazarse desde ahí hasta Italia en un Flixbus, que, de momento, sigue llegando a Italia (mantiene sus buses desde Murcia, dos al día). «Vale 142 euros, pero con el riesgo de que también cancelen». «Por el virus que hay en Italia el autobús no parará allí», explicaba el empleado, al tiempo que detallaba que no ha visto psicosis entre sus clientes. «Más miedo tiene la gente europea. En general, los europeos. Tienen miedo a las enfermedades. Muchos de los que están preocupados son españoles, franceses... Pero los extranjeros no comunitarios no hacen preguntas sobre el coronavirus», dice el trabajador.

«Los españoles sí. Preguntan por la frontera, por el tema del coronavirus... y les digo que nosotros salimos con normalidad», insistía. Hasta que recibió el correo electrónico primero y la llamada de su jefa después, para indicar que no salían.

«Ayer (por el martes) vino a preguntarme una mujer marroquí, que vive en Murcia, a la que no dejaron volar a Italia desde Gerona. Como lo cancelaron, volvió a Murcia. Y me pregunto por el viaje en autobús», rememoró Bachir. Esta señora ya no podrá, de momento, llegar a su destino desde San Andrés. «Pocos españoles van a Italia», dice Bachir, por su experiencia en este mostrador. De los españoles que sí usan el servicio, «la gente pregunta qué pasa con la frontera».

Mientras, Touré resopla sentado en la silla de la sucursal. «Madre mía», repite. «No está cerrada la frontera, pero es por seguridad», le va explicando Maizi Bachir. Para este jueves, una persona tenía previsto viajar desde San Andrés a Génova y no queda otra que anularle el billete. Para el viernes no había ningún pasajero. Esta medida de prevención seguirá vigente hasta nuevo aviso.

Hasta ayer, autobuses con parada en Italia, para recoger y traer viajeros hasta la Región de Murcia, continuaban llegando con normalidad. En la estación de San Andrés no se veía ayer a nadie con mascarilla, «que no sirve para nada», consideraba un vecino. Los pasajeros a los que se les preguntaba aseguraban sentirse «tranquilos».