La deuda que acumula la Región ha superado ya los 10.000 millones de euros. El consejero de Hacienda, Javier Celdrán, dijo en sede parlamentaria que, de la totalidad de la deuda, 7.500 corresponden a la infrafinanciación. Sin embargo, el presidente de la Comunidad, Fernando López Miras, contestaba en diciembre de 2019 en la Asamblea a una pregunta de Vox sobre este asunto afirmando que el sistema de financiación supone para los murcianos una pérdida de 250 millones de euros al año. En diez años que lleva funcionando, la cantidad que conlleva este procedimiento, aprobado en 2009, es de 2.500 millones de euros. El último informe del Centro Económico y Social (CES) de la Región cifra esta pérdida entre los 120 y los 180 millones de euros anuales, por lo que, en estos diez años, no llegarían a representar ni el 20% de la deuda actual.

Con estos datos, llama la atención el salto cuantitativo de la deuda en la última década: de los 800 millones en 2009 a los 10.000 millones para cerrar 2019. «La explicación del Gobierno no es cierta, hay otras variables que influyen, como el propio modelo productivo», explica el diputado socialista Alfonso Martínez Baños. Es el responsable, afirma, de los sueldos bajos y las rentas bajas de las familias y, como consecuencia, de la disminución del consumo y menor poder adquisitivo.

«Gestión negligente»

Contando con que la infrafinanciación de la Región supone entre 1.200 (CES) y 2.500 millones al año (López Miras), faltaría por conocer qué partidas son causantes de los 8.800 ó 7.500 millones restantes que conforman la totalidad de la deuda regional. Desde el PSOE y Podemos apuntan a la desaladora de Escombreras como uno de los proyectos fallidos que han costado a las arcas públicas de los murcianos 600 millones de euros (21,5 millones solo este 2020). El aeropuerto de Corvera, por su parte, dejó un agujero de 230 millones de euros (ahora está por ver que la sociedad en liquidación Aeromur vaya a devolver 180 millones).

Para María Marín, portavoz de Podemos, la lista continúa con los sobrecostes de la Autovía del Noroeste, 200 millones; la del bancal, 180 millones, la de Totana-Mazarrón, 30 millones; el desvío de fondos en las obras de la alta velocidad en la Región, 50 millones; los sobrecostes en la ejecución de la llegada del AVE a las estaciones de Murcia y Cartagena, 100 millones... A estos gastos hay que sumar lo que Marín llama «gestión negligente», que vienen a ser contratos de servicios que nunca llegan a utilizarse, como programas informáticos. Es el dinero mal gastado, que cifran en 150 millones. El total de las sumas anteriores asciende a los 1.310 millones de euros, pero la lista, cuentan desde Podemos, es «interminable».

Desde el PSOE ponen como ejemplo también el Servicio Murciano de Salud, al que «presupuestan 1.800 millones pero luego se gastan 2.400», denuncia Baños.

Informe de la AFI

Cuando el consejero Celdrán habla de los 7.500 millones se apoya en un informe de Analistas Financieros Internacionales (AFI) presentado en marzo del año pasado en la Asamblea. Este documento fue tachado de «encargo del PP» por el entonces portavoz de Podemos Óscar Urralburu. Desde el PSOE sostienen que este trabajo de la AFI no es válido porque hace el estudio «en base a que la recaudación del Estado no hubiera caído después de 2008», algo que ocurrió en plena crisis económica. «No se puede hacer un estudio en base a ingresos hipotéticos, sino reales», afirma Baños, que recuerda que el actual sistema de financiación se tenía que haber cambiado en 2014, con el PP en Moncloa hasta el 2018.