La Universidad de Murcia aborda este febrero el octavo de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que coordinará Miguel Esteban Yago, profesor del Departamento de Economía Aplicada de la UMU y ofrece su conocimiento para entender la situación del empleo en la Región de Murcia y España.

P ¿ Por qué es usted el encargado de coordinar este octavo reto de las ODS?

R La cuestión de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) ha sido de gran interés para mí, prácticamente, desde que se establecieron en 2015, puesto que una parte importante de los mismos, en especial lo referido con la pobreza y la desigualdad, estaban muy relacionados con mi investigación, y suponían una visión integral de los desafíos de la humanidad en un breve plazo. Cuando la Universidad de Murcia propuso el proyecto ODSesiones, el equipo decanal de la Facultad de Ciencias del Trabajo decidió que lo representara en las primeras reuniones y, con el tiempo, me he ido implicando más en la coordinación de actividades en nuestra Facultad.

P ¿Qué objetivos persigue el octavo ODS de la UMU: Trabajo decente y crecimiento económico?

R El planteamiento completo del ODS 8 es «promover el crecimiento económico sostenido, inclusivo, sostenible, el pleno empleo y productivo y el trabajo decente para todos». Como se ve, es un objetivo amplio y ambicioso. Conseguir un crecimiento económico que se prolongue en el tiempo y que, a su vez, sea sostenible, es decir, que no ponga en peligro el futuro de las siguientes generaciones. Que sea inclusivo, esto es, que llegue a todos. Uno de los lemas de los ODS es «que nadie quede atrás». Hay una frase en el preámbulo de la Agenda 2030 que me llamó mucho la atención. Literalmente dice: «Al emprender juntos este viaje, prometemos que nadie se quedará atrás».

P ¿Qué temas deben tocarse sí o sí en cuanto al empleo y el crecimiento económico en este ODS?

R Fundamentalmente todo lo relacionado con lo que se puede considerar trabajo decente. Naciones Unidas entiende como 'trabajo decente' aquel que cumple una serie de requisitos. En primer lugar, que aporte al trabajador un ingreso justo, es decir, que permita a la persona disfrutar de unos estándares de vida socialmente aceptables. En segundo lugar, que el puesto o lugar de trabajo goce de las condiciones de seguridad necesarias. En tercer lugar, que el trabajador y sus familias dispongan de protección social. Finalmente, que el trabajo suponga para la persona un medio de desarrollo personal y de integración social. Pero también es muy importante aprovechar esta ocasión para analizar todos los aspectos relacionados con las diferencias en el acceso al empleo con unas condiciones laborales aceptables. Incidir en que mujeres y hombres tengan las mismas oportunidades, y también en cómo solventar las dificultades de acceso al empleo de los jóvenes, de las personas con discapacidad y de diversos colectivos. Además, siempre surgirán cuestiones fundamentales son el estado de la negociación colectiva o el papel de la inspección de trabajo en la mejora de las condiciones.

P ¿En qué situación está la Región de Murcia en cuanto al empleo decente y digno?

R Cuando se quieren hacer comparativas de trabajo decente entre territorios creo que lo más adecuado es hablar de las condiciones y características del trabajo y, en este sentido, dar cuenta tanto de la cantidad de trabajo como de la calidad del mismo. En una de las actividades que han tenido lugar con motivo de este ODS se presentó una publicación que se denominó 'Cifras laborales de la Región de Murcia' realizada en nuestra Facultad. En cuanto a la cantidad del empleo, está claro que los problemas de la Región de Murcia son más graves que en el promedio nacional ya que las tasas de paro son sensiblemente mayores, especialmente las de mujeres y jóvenes. Si nos centramos en la calidad, muchos indicadores señalan que nos encontramos en una situación peor que el conjunto nacional. Por citar sólo algunos datos: la tasa de temporalidad es muy superior a la española, con más de seis puntos de diferencia; los ingresos por hora son menores (alrededor de un 10%) que los nacionales; las tasas de accidentes laborales (número de accidentes por cada cien mil trabajadores), tanto de accidentes mortales como de accidentes con baja laboral, siguen rebasando las cifras promedio nacionales. Mención aparte merece un dato que me parece muy ilustrativo, y es que en la Región de Murcia el porcentaje de trabajadores en ocupaciones elementales -las que requieren menos cualificación- es casi diez puntos mayor que en España, un 22,2% frente al 12,6%; lo cual se traduce en una situación de mayor vulnerabilidad ante posibles futuras transformaciones relacionadas con la digitalización y la robotización.

P ¿Las previsiones de una posible recesión económica cómo podrían afectar al empleo y el crecimiento económico en España y la Región?

R Todos los informes señalan que, tanto a nivel nacional como regional, se ha producido una ralentización del crecimiento económico, es decir, una desaceleración, y parece que se va a prolongar algo más en el tiempo. Lógicamente, esto ha tenido, y va a tener, sus consecuencias sobre los ritmos de creación de empleo y de disminución del paro, los cuales también se han ralentizado. Ante esta coyuntura, lo más importante es que el empleo siga creciendo y que en breve tiempo lo haga con más intensidad. De momento, la probabilidad de una recesión, con disminuciones del PIB y del empleo, es escasa y esperemos que los factores que han llevado a la desaceleración observada se solventen pronto.

P ¿Preocupa entre los estudiantes las salidas profesionales que pueden tener cuando acaben la carrera?

R Cuando los jóvenes observan que la tasa de paro juvenil de la Región de Murcia es casi del 39% en el cuarto trimestre de 2019, que proliferan los contratos temporales y que los salarios de estos empleos son muy bajos, lógicamente se inquietan, ya que estos aspectos afectan a cuestiones tan importantes como las posibilidades de emancipación y de formación de un hogar independiente. Pero también creo que son muy conscientes de que la única forma de revertir esta situación es con educación y formación y que la probabilidad de una adecuada inserción laboral aumenta conforme se está más cualificado.

P Se ha debatido en la UMU sobre la jornada laboral de 4 días implantada en muchas empresas de países como Nueva Zelanda o Japón y hace poco una empresa española también se sumó. ¿Cómo se valora esta medida?

R Aunque es un tema complejo, la propuesta es interesante y creo que se ha de tender hacia una reducción progresiva de la jornada, pero es necesario un estudio en profundidad. Una de las características del mercado de trabajo español son las largas jornadas semanales de trabajo. Según la Encuesta de Población Activa, en 2018 el 44,4% de los trabajadores en España tenían jornadas de 40 a 48 horas, y un 8,1% jornadas de 49 y más horas; es decir, el 52,5% trabaja 40 o más horas semanales. En el caso de la Región de Murcia estos porcentajes son aún mayores, con un 45,8% de los trabajadores con jornadas de 40 a 48 horas y un 8,9% cuyas jornadas son de 49 o más horas; o sea, el 54,5% de los ocupados trabaja 40 o más horas. Pasar de esta realidad a una jornada notablemente más reducida no debe ser sencillo. Uno de los factores clave para que esta transición sea posible es, en mi opinión, conseguir que la productividad por hora se eleve significativamente.

P Distintos colectivos sociales están muy marcados a día de hoy y tienen difícil acceso al mundo laboral. ¿Cómo se puede revertir esta situación?

R En mi opinión, entre las actividades más interesantes de las llevadas a cabo este mes, se encuentran las relacionadas con los colectivos que encuentran mayor dificultad de acceso al empleo. En una jornada tuvimos ocasión de escuchar la experiencia de miembros de varias asociaciones (Famdif/Cocemfe, Fundown, Adeirmur, Fasen), además están programadas visitas a centros especiales de empleo y a empresas de inserción laboral. Es muy importante que nuestros estudiantes conozcan los problemas de las personas con discapacidad para conseguir un puesto de trabajo, sus experiencias para conseguir un empleo y el papel que juegan las empresas de inserción laboral. También hemos tenido la oportunidad de conocer los resultados de un estudio sobre la situación laboral de la comunidad gitana, con especial atención a la situación de las mujeres. Es muy importante aumentar la sensibilidad social y la concienciación de todo el tejido productivo para dar oportunidades de empleo a todos. Por otra parte, hay que seguir impulsando y promoviendo las empresas de inserción laboral. Nuestros graduados, como profesionales especializados en el mundo laboral, también han de tener un papel activo para facilitar el acceso al empleo de los colectivos más vulnerables.

P El sector agrícola y los falsos autónomos serán también objeto de debate este mes. Ahora mismo dos sectores complicados.

R Efectivamente. Cada uno de ellos con características específicas. El sector agrícola tiene en la Región de Murcia un peso relativo significativamente mayor que en España y tiene unos rasgos y una problemática diferenciada. En lo relacionado con el empleo, la visión que tradicionalmente se ha tenido de la agricultura es que se trata de un sector con peores condiciones laborales que otros. Lo que se ha presentado entre las actividades de este mes, es que en los últimos años las empresas hortofrutícolas están realizando un esfuerzo importante para mejorar las condiciones de trabajo, mejorando aspectos como la prevención de riesgos o la inserción laboral. En cuanto a los falsos autónomos se trata un tema de máxima actualidad, del que continuamente sale información sobre sentencias judiciales y actuaciones de la inspección de trabajo. Se trata de un colectivo con menores niveles de protección laboral. En breve tendremos un debate sobre este colectivo y seguro que se plantean cuestiones muy interesantes.