Las crisis sanitaria provocada por la epidemia de coronavirus mantiene en vilo a las cerca de 400 empresas de la Región que exportan sus productos a China. El bloqueo comercial que se ha producido en los mercados ante la paralización del país por el riesgo de contagio de la enfermedad está pasando factura a sectores como el vino o el mueble, que suman una nueva amenaza al impacto del Brexit y de los aranceles aduaneros impuestos por EE UU. Por su parte, las compañías de la Región que tienen fábricas en el país asiático han tenido que plegar velas y dejar al mínimo su actividad hasta que pase la alarma y se recupere la normalidad. El frenazo que se ha producido en las empresas chinas está provocando anulaciones de pedidos, mientras que contenedores enviados por los exportadores murcianos permanecen parados en los puertos.

Según los datos del Instituto de Fomento, las ventas de la Región en el país asiático rondaron los 340 millones de euros en 2018, una cantidad que representa en torno a la tercera parte que las exportaciones a Reino Unido.

En 2019 alcanzaron los 325 millones entre enero y noviembre, con incrementos del 163,8% en los plásticos y el 96,1% en productos cárnicos, según las cifras del ICEX.

Entre 2016 y 2018 las ventas murcianas al gigante asiático se incrementaron un 66%, debido, entre otras cosas, a las dificultades que EE UU ha venido planteando a China hasta que se desencadenó la guerra arancelaria que ha enfrentado a ambas potencias.

Las empresas murcianas exportan al gigante asiático principalmente combustibles y lubricantes, que acaparaban 146 de los 338 millones alcanzados en 2018. A continuación aparecen los productos químicos, con 78,54 millones de euros; y las carnes y productos congelados, con 47,3 millones, mientras que las bebidas alcohólicas, entre las cuales se incluye el vino, aportaron 12,4 millones al balance comercial.

Por otra parte, las importaciones de las empresas murcianas en China se acercaron a los 500 millones de euros en el año 2018. La Región compró sobre todo ingredientes y especias para la alimentación, que suponen 60 millones, productos químicos (47,2) millones y calzado (40,4 millones).

Las fábricas del mueble de Yecla también importan telas chinas utilizadas en las tapicerías de los sofás y de otros artículos. La secretaria general de la Asociación de Empresas de la Madera (Arema), Patricia Cuadrillero, explicó que las compañías de la comarca del Altiplano que utilizan los tejidos están buscando alternativas en otros mercados, pero el gran problema lo plantean «los mecanismos y los motores» que llevan incorporados, por ejemplo, los sillones de relax o los muebles articulados con capacidad de movimiento. Destacó que para las empresas resulta mucho más difícil encontrar alternativas para este tipo de dispositivos mecánicos que para las telas, mientras que en los puertos chinos están parados los contenedores enviados.

En 2019 las empresas de la madera han exportado a China productos por importe de más de dos millones de euros entre enero y noviembre, según los datos facilitados por Arema. El año anterior las exportaciones no habían llegado a 1,3 millones, lo que muestra el crecimiento que se está produciendo en los intercambios con China.

También las empresas del sector alimentario importan de China ingredientes utilizados en la fabricación de sus productos, que ahora tendrán que conseguir en otros países. Según los datos del Instituto de Fomento, las importaciones de este tipo de ingredientes alcanzan los 60 millones de euros.

Los exportadores de vino se enfrentan a la crisis con la expectativa de que «antes o después tendrá que remitir la epidemia», según indicó el presidente del Consejo Regulador de la Denominación de Origen de Jumilla, Silvano García Abellán.

El presidente del Consejo Regulador recordaba que «no es la primera vez que las bodegas se enfrenta a una crisis sanitaria, porque el vino siempre ha sido un sector vivo», que trata de abrirse camino en el exterior.

Reconoce que las ventas a China se habían incrementado antes de la celebración de las fiestas de Año Nuevo, que arrancan en enero, pero en este momento están paradas. Según sus estimaciones, las exportaciones de vino de Jumilla al país representan el 10% de las ventas al exterior y equivalen a unos dos millones de euros.

El presidente del Consejo de la Denominación de Origen de Yecla, Pascual Molina, calcula que el bloqueo del mercado chino puede estar afectando al 20% de las exportaciones de la zona, aunque señaló que la repercusión es muy desigual en cada caso, ya que «habrá empresas a las que no les esté afectando y otras a las que les perjudica más». Pascual Molina señaló que la epidemia está provocando «muchas anulaciones» de pedidos, que van saliendo «muy despacio».

Las empresas murcianas que están implantadas en China han tenido que reducir al mínimo su actividad siguiendo las instrucciones del Gobierno, que ha alargado las vacaciones de Año Nuevo para evitar que las concentraciones en las fábricas contribuyan a propagar el virus.

Fuentes de la compañía de San Javier Himoinsa, especializada en la fabricación de grupos electrógenos, explicaron que la empresa está atendiendo a los mercados de Europa, África y Oriente Medio desde la factoría murciana y aseguraron que el frenazo de la actividad en el país asiático no va a suponer ningún problema, dado que la demanda puede atenderse desde las fábricas que tiene en otros países.

Por otra parte, el bloqueo del mercado chino puede dar lugar a un aumento de las exportaciones de productos murcianos a otros países, ante la demanda que se está generando en los mercados desabastecidos. La mandarina es una de las conservas de la Región que han ido perdiendo terreno ante la competencia china hasta quedar reducida al mínimo.