El Pleno del Congreso debate hoy, por tercera vez, la toma en consideración de la reforma parcial del Estatuto de Autonomía de Murcia para eliminar los aforamientos de sus parlamentarios, una propuesta que ya aceptó tramitar en las dos legislaturas anteriores pero que quedó en el limbo porque, en ambas ocasiones, la Cámara se disolvió por la convocatoria de elecciones generales.

El debate sobre el aforamiento de los políticos cobró protagonismo en 2018 después de que el Gobierno de Pedro Sánchez anunciara que estudiaría una reforma constitucional para eliminar esta prerrogativa, por la que diputados y senadores no son juzgados por los tribunales ordinarios sino únicamente por el Supremo. La idea no ha llegado a traducirse nunca en una propuesta.

En el caso de los diputados autonómicos, es cada comunidad la que debe tomar la iniciativa y varias ya lo hicieron: Canarias, Murcia, Cantabria y Baleares reformaron sus Estatutos de Autonomía y los enviaron al Congreso para su aprobación, pero sólo la primera superó todos los tramites y tiene la reforma ya en vigor.

Congelada año y medio

La reforma murciana llegó al Congreso en septiembre de 2017, pero su tramitación quedó 'congelada' durante año y medio. Con la disolución de las Cortes por la convocatoria de las generales de abril de 2019, el texto no decayó porque las reformas estatutarias y las iniciativas legislativas populares son las únicas iniciativas parlamentarias que hereda el siguiente Congreso tras unas elecciones.

Por eso el Pleno volvió a debatirla en septiembre del año pasado y por segunda vez dio vía libre a su tramitación. Sin embargo, la reforma no pudo continuar su recorrido parlamentario porque las Cortes se volvieron a disolver por la repetición de las generales.