El turismo en nuestra Región ha bajado el año pasado en casi un 7% y los que han venido se han gastado menos euros que los de 2018. Estos tristes datos nos avisan de que no estamos haciendo algo bien en lo que al tema de visitantes se refiere. Es cierto que el escandalazo que a todos los niveles ha supuesto la crisis del Mar Menor debe haber desanimado a bastantes posibles turistas. Ese punto en el que la laguna se convirtió en una especie de chico jovencillo que ha bebido de más el día de El Bando, y que lo ves vomitando en una esquina - en este caso peces muertos - y meándose encima agua amarillenta o verdosa, ante la mirada atónita de sus amigos, y que estuvo en todos los medios de comunicación españoles y europeos, está claro que no sirvió para atraer a muchos turistas.

Pero, hay más, mucho más que parece que podría hacerse y que no se hace. No encuentro razones de peso -aparte de las del párrafo anterior - para que la Región de Murcia no esté en la cabeza de la gente que busca un lugar agradable para hacer turismo. No es que esto sea París, pero tenemos un montón de cosas que ofrecer que mucha gente no conoce. El clima es estupendo, y aquel que busque el buen tiempo va a tener aquí probablemente más días de sol al año que en cualquier otro lugar de España. De nuestra gastronomía comienza a hablarse muy seriamente en revistas y publicaciones, no solo por la cocina tradicional - a mi juicio, mucho mejor que la de las comunidades colindantes- sino también por los intentos y logros de crear una cocina moderna al mejor nivel, como han demostrado las estrellas Michelín de La Cabaña y el Magoga, partiendo de nuestros productos de primera calidad, y también una serie de pequeños restaurantes que están apareciendo y que ofrecen unos intentos muy serios de ofrecer algo más estudiado y con resultados más que notables.

Si se busca turismo rural o de interior ahí está todo el Noroeste y el Altiplano. En Internet se pueden encontrar lugares que ofrecen no solo la tranquilidad del enclave y el magnífico paisaje, sino que también hay unos servicios muy completos para las estancias con niños, con parques de recreo e incluso piscina climatizada en un ambiente casi de montaña. De costa y mar, todo lo que quieran. De lugares para visitar con interés artístico o histórico tenemos lo suficiente para llamar la atención de los visitantes desde muchos puntos de la Región. Pero el problema es: ¿quién nos conoce?, ¿qué hacemos para atraer a esas personas que se plantean a dónde van a ir a pasar unos días que tienen libres, un fin de semana con puente, o unas vacaciones completas?

Sé que oficialmente se acude a ferias de turismo para vender nuestras cosas, pero creo yo, en mi ignorancia, que hay un montón más de posibilidades que deberían ser explotadas, si ello es posible. Por supuesto, invertir en campañas de publicidad siempre será bueno, pero hay otros detalles que se deberían cuidar y que realmente creo que mejorarían nuestro nivel de visibilidad. Un ejemplo reciente: estos días se ha hablado en todos los informativos de televisión nacional del tiempo que hemos tenido en España, con unas altas temperaturas increíbles para febrero. Pues bien: al hablar de ello, se ofrecían imágenes de las playas de Alicante o Valencia, incluso de las del Cantábrico con gente en bañador paseando. Ni una sola vez conectaron con Murcia donde algunos de esos días hemos dado la máxima. Ni una fotografía de Águilas, de Cabo de Palos, de La Manga, nada en absoluto. Y esta misma situación es la habitual todo el año. Cuando en la tele se ponen a recorrer playas con sus periodistas en primer plano y la gente mostrando las turgencias al fondo, y van pasando de Benidorm a Marbella, o incluso a Almería, sin pararse en Murcia, donde también tenemos sol y playa, y turgencias, y de las buenas, me da mucha rabia. ¿Es que estas cosas no se pueden arreglar, gestores y cargos de Turismo?

Ya están los almendros en flor en el campo de Cartagena. Pónganse como meta Perín, por ejemplo, y, partiendo de Cartagena, vayan despacio por Las Palas, Tallante, etc., haciendo paradas y tomando fotos. No es que sea el valle del Jerte, pero es un paisaje de una belleza agreste con el precioso contraste de las flores de los almendros. ¿Y si alguien de la Administración hiciera un video y lo pusieran en la tele? ¿Vendrían turistas a verlo? (Claro que para eso haría falta que alguien de la Administración sepa dónde está Perín).