Abrir la puerta de la ciudad de Lorca es como entrar en uno de los mejores libros de historia de España. Sin duda, lo mejor que podrían hacer las autoridades turísticas para poner en valor la Región de Murcia sería apostar por una ciudad llena de magia, leyendas y batallas. No se entenderá nunca el devenir de la historia de este rincón del Mediterráneo sin conocer la historia de esta gran ciudad.

Quedo con Jay (junto a María Jesús, las personas que llevan para adelante una Oficina de Turismo de Lorca que recibe al año unas ochenta mil visitas) en la Plaza de España. Es puntual, y desde el primer instante está dispuesta a que conozca algo más que lo que dicen los folletos y mapas de su ciudad. Sin duda, harían bien desde el Ayuntamiento en consultar con ellas cada paso que quieran dar en esta materia, de lo contrario, otra vez estarían jugando con un potencial turístico envidiable, a las ocurrencias y la improvisación.

Pocas ciudades del Mediterráneo pueden presumir el tener dentro de su término municipal tantos tesoros, en forma de yacimientos, playas semidesiertas y una ciudad llena de cuentos, bordados y patrimonio.

Una Plaza de España que sin duda es quizás una de las más espectaculares de todo el Mediterráneo. Aquí iniciamos nuestro recorrido, y lo mejor es que desde la Oficina de Turismo te faciliten toda la información, y si es con guía mucho mejor. Es aquí donde comienza la historia de la ciudad, de la región y por qué no decirlo, también de una parte de este país llamado España.

De pronto, comienzas a ver la importancia de esta ciudad en el devenir de la región. Apenas llevo media hora y de pronto me encuentro en el Antiguo Plenario del Ayuntamiento rodeado de pinturas cuando se abren dos pequeñas puertas para mostrar a la Virgen de la Inmaculada Concepción.

Antes de ir a tomar un café, me enseñan la Fuente del Caño, bajo la Casa del Artesano, que inauguró este pasado martes 11 de febrero, y donde este antiguo Pósito muestra algo más que las antiguas profesiones. Imagino que debe ser bonita la plaza, pero es una auténtica lástima que este rincón esté repleto de coches, una prueba más que de hay mucho por hacer.

Mientras siguen contándome y mostrándome el alma de Lorca nos acercamos a desayunar, y es que si hay una ciudad donde la pastelería marida con artesanía, es esta. Me cuenta Juan Carlos, dueño de Blanco y Azul los entresijos de este arte en la ciudad.

Lorca: La Pastelería del Mediterráneo.

Lorca: La Pastelería del Mediterráneo'Aquí un pastel de un día para otro ya no vale' me dice. 'Cada día cada producto que ponemos sobre el mostrador sabe diferente'.

Miro las milhojas, la tortada lorquina y un sinfín de productos que me devuelven la mirada. Si me siento y empiezo a pedir se acabó la visita, así que decidimos irnos a conocer más a fondo la que quizás sea la mejor Semana Santa de España, que es lo mismo que decir del mundo, de lo que no hay ninguna duda, es que es diferente. 'Bienvenidos a la Semana Santa Lorquina

Mucho se ha escrito, y se escribirá, de esta Fiesta de Interés Turístico Internacional, lo único que puedo decirles es que ocupar al menos una vez en la vida, una de sus cerca de doce mil sillas, es algo que no deben perderse.

El Museo del Paso Azul está en plena ebullición, muchas fiestas de la Región y de España deberían aprender de ellos, un museo que cuida hasta el más mínimo detalle, pero le digo a Jay que quiero más, y subimos a ver a sus bordadoras, antiguamente eran hombres quienes bordaban, me cuenta.

Le digo a mi guía que me cierre la boca al ver la profesionalidad de estas mujeres, ahora más que nunca entiendo el dicho popular japonés: 'La paciencia es una virtud'. Su director artístico me cuenta el proceso, y les juro que si no es porque lo veo, como decía Santo Tomás, no me lo creo: la laboriosidad artística y el trabajo que desarrollan. Antes que Patrimonio Inmaterial de la Humanidad al Bordado Lorquino, a estas mujeres deberían darles la medalla de oro al trabajo.

Antes de ir al Museo Arqueológico, es visita obligada acercarse al Museo del Paso Blanco, que se encuentran prácticamente juntos.Podría describirles como es, lo que sienten las personas que viven esta pasión blanca, pero prefiero que entren en su Cámara de las Maravillas, disfruten, y luego me cuentan.

El Museo Arqueológico de Lorca debería ser obligatorio para que los alumnos de todos los institutos de la región dieran aquí una clase, su colección de monedas es increíble, pero sobre todo, no deberían dejar de entrar a conocer 'in situ' su pasado.

Lorca da para mucho más que un día, saborear sus calles interiores, entrar en el Centro Regional de Artesanía, junto al Palacio Guevara, antigua oficina de turismo y hoy parcialmente visitable (no perderse la farmacia escondida que tiene en su interior) visitar la Cripta de San Patricio, y que su Sacristana, Isabel, os la enseñe, entrar a conocer Huerto Ruano, o pararse un instante en el establecimiento Localmente (Juan Carlos I), donde Encarni, su propietaria, ha apostado por productos de calidad, locales en su mayor parte y ecológicos, con una presentación envidiable, pero el tiempo apremia y aún nos queda la 'joya de la corona', y es que nunca mejor dicho, coronando la ciudad nos espera el mayor símbolo de la ciudad: Su Castillo.

Pero no quiero subir sin antes acercarme al Centro de Visitantes de Lorca, donde a pesar de los contratiempos de la crisis no solo han logrado sobrevivir, sino que con imaginación están consiguiendo convertirse en un referente. Muy interesante si van niños en la visita, sin duda disfrutarán de lo lindo, y pregunten si van por el acuerdo que tienen para poder aparcar su coche, una buena iniciativa.

Llegamos al Castillo y su Taller del Tiempo, y la ciudad se muestra a nuestros pies, las vistas creía que eran espectaculares hasta que subí a lo más alto de la Torre Alfonsina.

Si no han visitado el Castillo o no han estado en algunas de sus rutas teatralizadas, no siga leyendo y reserve su plaza, volver a sentir el pasado en primera persona es un lujo que no debe perderse. La sonrisa, pero sobre todo el conocimiento de las personas que trabajan allí, hacen de la visita algo más que ver un puñado de piedras y ruinas.

Cuando uno ve los muros de la Torre Alfonsina se da cuenta de que hará falta algo más que un terremoto para acabar con ella. Por cierto, la recuperación del Patrimonio de la ciudad en apenas seis años es ejemplar, aunque aún queda por hacer. Cuando lleguen a lo alto del Torreón, entenderán lo que les dije antes sobre el paisaje.

Entrar en la Torre es como participar en un rodaje de 'El Ministerio del Tiempo', pasear por el Castillo, entre almendros, pinos y aljibes, es una delicia, así como bucear en su Sinagoga, a los pies del Parador Nacional. Sólo les puedo decir una cosa: Siéntense y disfruten de su historia mientras escuchan una voz que se la cuenta.

Imprescindible visitar en Lorca

Imprescindible visitar en Lorca

  • Semana Santa
  • Feria Chica y Feria Grande (Septiembre)
  • Fiestas de San Clemente (Noviembre) Fiestas de Moros, Cristianos y Judíos.
  • Castillo de Lorca
  • Plaza de España
  • Museos Blanco y Azul
  • Museo Arqueológico
  • Centro de Visitantes

Dónde dormir en Lorca

Dónde dormir en Lorca

  • Parador Nacional de Turismo
  • Hacienda Real Los Olivos
  • Jardines de Amaltea
  • Jardines de Lorca
  • En la página de la oficina encuentras toda la oferta detallada.

Dónde comer en Lorca

Dónde comer en Lorca

  • Restaurante Los Valientes (guisos caseros, arroz con habichuelas, rabo de toro...)
  • Mesón Lorquino (especialidad Asados)
  • Restaurante La Parrilla (acaba de estrenar nueva carta)
  • Mesón Segoviano
  • Casa Roberto
  • Bar Albedrío (tapeo)
  • Bollería Lorquina (Zenón, Blanco y Azul)

Nota: Lo mejor sin duda, antes de viajar, es dejarse aconsejar por los profesionales de la Oficina de Turismo. www.lorcaturismo.es Teléfono: 968441914