El periodo de residencia de los médicos, cuando estos están haciendo el MIR, es proclive para que sufran estrés debido al complejo ámbito en el que se tienen que desenvolver. En esos años se enfrentan a una etapa emocionalmente difícil que en algunos casos les puede llevar a desarrollar enfermedades de salud mental o adicciones si no se detecta a tiempo y se les da las herramientas necesarias. El Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos ha analizado la salud del médico residente con datos facilitados desde todas las comunidades autónomas en el programa PAIME y alerta de que el 45 por ciento de los MIR con malestar psicológico se encuentran en su primer año de residencia.

Estos datos se completan con los ofrecidos por el Colegio de Médicos de Murcia sobre la situación de los residentes y en el que queda reflejado que el 30 por ciento de los MIR de hospitales murcianos no cumple con los descansos de forma correcta, una situación que les puede llegar a generar mayor ansiedad en una situación de por sí ya compleja.

La doctora María Rosa Arroyo, vicesecretaria del Consejo General, apunta a que diferentes estudios inciden en la prevalencia elevada de riesgo psicopatológico, agotamiento emocional y pérdida de motivación entre los MIR, especialmente en las primeras etapas de la residencia. En estos casos, la distribución por sexo coincide con los datos generales siendo la prevalencia mayor entre mujeres (61 por ciento) que en hombres (39 por ciento).

Por especialidades, la incidencia es mayor en Medicina Familiar y Comunitaria, seguida de Psiquiatría y prevalecen los casos por enfermedad mental (74,4 por ciento) más que las adicciones (25 por ciento). De todos los casos analizados, sólo un 10 por ciento requirió ingreso y el 87 por ciento de los MIR atendidos en el PAIME (Programa de Atención Integral al Médico Enfermo) se reincorporaron a su plaza una vez recuperados.

Los diagnósticos más frecuentes suelen ser trastornos adaptativos (39,1 por ciento), trastornos afectivos (23 por ciento), trastornos de ansiedad (18 por ciento), adicciones (5,7 por ciento), trastornos de personalidad (3,9 por ciento) y trastornos psicológicos (2,1 por ciento). Además, los trastornos afectivos aumentan a lo largo de toda la residencia en mujeres, así como la autoprescripción de psicofármacos. Sin embargo, el consumo de alcohol en hombres es mayor en los primeros años de la residencia y va reduciéndose conforme avanza el periodo de formación.

La coordinadora asistencial de la Clínica Galatea, la doctora María Dolores Braquehais, explica que «el periodo MIR es un momento de transición de la juventud a la edad adulta a nivel personal y profesional y es difícil a nivel emocional, se pasa de un modelo teórico a uno práctico, las expectativas chocan con la realidad», por lo que insiste en la importancia de contextualizar y entender el entorno de los residentes para atender cada situación.

Cada vez más vulnerables

Asímismo se pronuncia Domingo Antonio Sánchez, vocal de Médicos en Formación del Colegio de Médicos de la Región de Murcia, quien insiste en que «es necesario contar con herramientas para evitar estas situaciones, ya que los residentes tienen que adquirir cada vez más competencias y son más vulnerables». Ante esta situación asegura que «debemos mejorar nuestra formación porque eso redundará en una mejor asistencia al paciente» y para ello considera fundamental potenciar el papel de los servicios de prevención de riesgos laborales.

El informe '¿Sobrecargamos a los nuevos profesionales sanitarios?' elaborado en 2019 por el Colegio de Médicos de Murcia pone en evidencia que en los hospitales de la Región hay más de 200 residentes que no realizan los descansos compensatorios de forma correcta, siendo las especialidades quirúrgicas las que más fallan a la hora de los descansos (57,6 por ciento) frente a las especialidades médicas y servicios centrales (42,4 por ciento).