La Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo abordará el próximo día 19 la queja presentada por el Pacto por el Mar Menor y las organizaciones que denunciaron ante la Unión Europea la degradación que sufrió la laguna salada en 2016, antes del episodio de anoxia que causó la muerte de miles de peces el pasado mes de octubre. Los representantes de la plataforma esperan que los miembros de la comisión parlamentaria encargada de atender las peticiones presentadas por los ciudadanos de los Estados miembros lleve a la UE a implicarse en la recuperación del Mar Menor y a exigir a las administraciones españolas que pongan en marcha de forma urgente las medidas de regeneración ante lo que la portavoz su portavoz Celia Martínez califica como «ecocidio».

La convocatoria, a la que asistirán los representantes del Pacto por el Mar Menor, se produce tres años después de que fuese presentada la denuncia inicial, que ha seguido un largo proceso de tramitación con escasos resultados hasta ahora. Fue presentada por la Plataforma Pacto por el Mar Menor, Federación de Asociaciones de Vecinos de Cartagena y su comarca, la Cofradía de Pescadores de San Pedro del Pinatar, ANSE y Ecologistas en Acción.

Su pretensión era conseguir el respaldo de Europa para que empezara a ponerse en marcha un plan de gestión integral capaz de dar soluciones al impacto que tienen sobre la laguna los vertidos procedentes de la agricultura, la minería y la presión urbanística que ha venido soportando en las últimas décadas.

Aunque la Comisión de Peticiones es la puerta de entrada al Parlamento europeo de las denuncias ciudadanas, el Pacto por el Mar Menor espera que los europarlamentarios que la integran y los técnicos adscritos a este departamento puedan tomar conciencia de la gravedad de la situación y determinen las vías a seguir en el Parlamento y en la Comisión Europea para que los órganos de decisión de la UE empiecen a tomar decisiones para revertir la situación del Mar Menor.

Pilar Rubio, portavoz de la Plataforma, se muestra escéptica después de tres años de gestiones y de que los representantes de las organizaciones que presentaron la queja hayan realizado dos visitas a Bruselas. Sin embargo, tras el impacto que han tenido en Europa la muerte masiva de peces y crustáceos registrada tras la DANA del pasado mes de septiembre, da por hecho que la UE no va a tener más remedio que implicarse para exigir que se cumpla la normativa medioambiental y obligue a las instituciones responsables de la regeneración de la laguna a poner en marcha los planes de actuación capaces de preservar la fauna y la flora marina que se ha salvado.