Los dos episodios de gota fría que se han producido en septiembre y diciembre han pasado factura al empleo en la Región, que ha cerrado el año con apenas 7.300 empleos más, el peor resultado desde que acabó la crisis, y con 3.500 parados más. La agricultura es el sector más perjudicado por los estragos que las inundaciones han causado en los últimos meses del año, junto con la industria agroalimentaria. La cifra de parados se elevó a 117.200 en diciembre, lo que supone una tasa de desempleo del 16,1%, superior en más de dos puntos a la media nacional, según los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) publicada este martes por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Pese al aumento del paro respecto al último trimestre de 2018, el balance de 2019 arroja 7.300 personas ocupados más, es decir, un aumento del 1,21 por ciento. Esta cifra es inferior a la de años anteriores, que permitieron aumentar la ocupación en más de 20.000 personas. El número total de ocupados en la Región ascendía al acabar 2019 a 611.900.

El sector servicios es el único que ha logrado mejorar la ocupación, con la incorporación de 19.500 trabajadores más, mientra que la agricultura ha perdido 11.700, según los datos ofrecidos por la Croem. En la industria han desaparecido unos 4.000 empleos.

La caída del empleo en estos sectores se vincula a las pérdidas ocasionadas en el campo por las DANAS de septiembre y en diciembre. La construcción también ha perdido 3.500 ocupados.

La caída del empleo en las empresas se ha compensado también con un aumento de la contratación en las instituciones públicas, que se ha traducido en 9.600 ocupados más en la Administración.

El número de parados alcanzó en ese trimestre último de 2019 los 117.200 (64.800 mujeres), es decir, 15.200 más entre octubre y diciembre. La tasa de paro se situó en el 16,1% (13% para varones y 20% para mujeres), casi dos puntos más que en el tercer trimestre. En relación al último trimestre de 2018 el paro aumenta en 3.500 personas.

El número de activos en la Región al acabar 2019 fue de 729.200 personas, lo que supone un incremento del 9,1 por ciento respecto al trimestre anterior y 3.500 más que el mismo trimestre de 2018.

En toda España el paro bajó en 112.400 personas en 2019, lo que supone un 3,4 por ciento menos que en 2018, registrando su séptimo descenso anual consecutivo. No obstante, este retroceso es inferior a los experimentados en los cinco años anteriores. La tasa de paro se situó al finalizar 2019 en el 13,78 por ciento, porcentaje seis décimas inferior al de 2018 y su nivel más bajo en once años, y el número total de desempleados cerró el ejercicio en 3.191.900 personas,

Por su parte, el empleo creció en 2019 en 402.300 personas, un 2,06 por ciento respecto a 2018, logrando su sexto aumento anual consecutivo. No obstante, al igual que ocurre con el paro, el incremento de la ocupación en 2019 es el menor desde 2013, cuando España destruyó 204.200 puestos de trabajo. Así, 2019 cerró con 19.966.900 ocupados, la cifra más alta desde los últimos once años. Con el descenso de 2019 se encadenan siete años consecutivos de bajadas después de seis años de incrementos.