La visita 'express' de Pedro Sánchez el pasado sábado a Los Alcázares fue la gota que colmó el vaso. La 'guerra' entre el Gobierno central y el Ejecutivo regional ha llegado en las últimas horas a su punto álgido después de que la Comunidad y la Delegación del Gobierno en la Región se hayan acusado mutuamente de no tener respeto institucional con el otro.

Desde el Gobierno regional que preside Fernando López Miras, ayer lamentaron que la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, «no tenga hueco en su agenda para afrontar los problemas de la Región» después de anunciar que el consejero de Agua, Agricultura, Ganadería, Pesca y Medio Ambiente, Antonio Luengo, se tendrá que 'conformar' mañana con un encuentro con el secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, para poner sobre la mesa «la defensa del trasvase Tajo-Segura y la necesidad de que el Estado comience a ejecutar las medidas del Proyecto de Vertido Cero para el Mar Menor».

A esto se le suma el hecho de que el presidente murciano haya manifestado en los últimos días que el jefe del Ejecutivo central, Pedro Sánchez, no haya querido reunirse con él para tratar los asuntos prioritarios que conciernen a la Región de Murcia: «Pedro Sánchez sigue despreciando a la Región», señaló el pasado sábado López Miras.

Por su parte, el delegado del Gobierno, Francisco Jiménez, consideró ayer «muy grave» que el Gobierno regional «siga aprovechando un tema tan sensible como los daños causados por las últimas lluvias como pretexto político para articular una clara campaña contra el Gobierno de España». Jiménez resaltó que se trata de una «estrategia de confrontación, repleta de falsedades, para distraer a la opinión pública y no afrontar su inacción o asumir sus verdaderas responsabilidades».

¿El problema de la 'no reunión' entre Sánchez y López Miras? Otra vez la agenda. Según el delegado murciano, es Presidencia del Gobierno quien la diseña, así como el formato de los encuentros y que, «como ha sucedido en otras ocasiones y seguirá sucediendo, habrá encuentros bilaterales entre ambos en otro contexto y siguiendo los cauces habituales».

Jiménez continuó destacando que lo que no puede pretender López Miras «es marcar o condicionar a su antojo la agenda del presidente del Gobierno de España, de la misma forma que el propio López Miras decide cuándo y cómo recibe a un alcalde determinado, aunque tarde más de cinco meses en hacerlo».

El socialista todavía fue a más, y aseguró que fue el presidente regional quien declinó el encuentro hace unos días con Sánchez: «Perjudica a todos los ciudadanos de la Región, con quienes López Miras sí actúa con verdadera deslealtad al adoptar semejante actitud. Demuestra así una clara desconsideración hacia el presidente del Gobierno y hacia los propios alcaldes, que, con responsabilidad, sí acudieron a un encuentro en el que todos pudieron exponer a Sánchez sus preocupaciones», indicó el delegado del Gobierno.

De hecho, el presidente murciano estaba por la Comarca del Mar Menor el mismo sábado por la mañana en el que Sánchez visitó la Región, a escasos kilómetros. Mientras el primero visitó a las brigadas forestales que estaban realizando labores de limpieza tras el paso del temporal en Santiago de la Ribera; el segundo aterrizó en la pista de la Academia General del Aire de San Javier para reunirse con los alcaldes ribereños afectados por el temporal 'Gloria'.