La revisión de los planes de cuenca del Segura y del Tajo arranca hoy con la publicación de los objetivos a cumplir durante los próximos siete años. El Ministerio para la Transición Energética publicará el llamado Esquema de Temas Importantes de ambas cuencas para el periodo comprendido entre 2021 y 2027, un documento previo para revisar la planificación hidrológica, que contiene las grandes cifras de cada cuenca. Los usuarios de los caudales y las instituciones públicas dispondrán de seis meses para presentar sus alegaciones y aportar alternativas a las propuestas recogidas por los organismos de cuenca. Las aportaciones del Trasvase Tajo-Segura para riego y para abastecimiento y la grave situación del Mar Menor provocada por la entrada de nitratos procedentes de la agricultura en la laguna salada son las cuestiones que plantean los mayores retos en estos momentos.

Una vez transcurrido el plazo de exposición pública, el documento que hoy inicia su andadura será sometido a la aprobación del Consejo del Agua de la cuenca.

En el caso del Segura, el llamado Esquema de Temas Importantes tendrá que añadir a las tradicionales proyecciones sobre los caudales superficiales y subterráneos disponibles para el periodo 2021-2027, los problemas que afronta el Mar Menor como consecuencia de la eutrofización, además de la contaminación de los acuíferos.

Si en anteriores ocasiones el déficit de la cuenca y la posibilidad de recibir aportaciones externas marcaban las principales líneas de la planificación hidrológica, en este momento la mayor preocupación de los usuarios y de las instituciones que aguardan el inicio del proceso es conocer las aportaciones que la cuenca podrá seguir recibiendo del trasvase Tajo-Segura a partir de ahora, en previsión de que el Ministerio establezca un nuevo recorte en los caudales que estableció el Memorándum.

Por su parte, la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, ya ha adelantado que la Directiva Marco del Agua, «que tiene ya más de 20 años, exige pensar en el agua de otra manera», mientras que «los nuevos escenarios climáticos nos obligan a integrar variables y desafíos nuevos en la política hidráulica, y a marcar las grandes tendencias en el tiempo por venir». Así, el nuevo plan estará marcado por el cambio climático.