El presidente de la Croem, José María Albarracín, teme que la subida del salario mínimo a 950 euros mensuales se traducirá en «una ralentización de la creación de empleo» en 2020. No obstante, el máximo responsable de los empresarios murcianos admite que el acuerdo alcanzado por el Gobierno con la patronal nacional CEOE y los sindicatos CC OO y UGT puede considerarse «un mal menor», porque ha evitado un incremento aún más elevado.

«El salario mínimo no debe ser moneda de cambio. Debe haber un acuerdo y un consenso entre empresarios y sindicatos», manifestó Albarracín.

La pretensión del Gobierno del PSOE y Podemos inicialmente era aplicar un aumento de 100 euros en el salario mínimo interprofesional, que habría elevado el sueldo de los trabajadores peor pagados a los 1.000 euros.

José María Albarracín destacó que, además de la subida del 28% que percibirán los trabajadores sujetos al salario mínimo, «también se incrementarán las cotizaciones sociales», lo que encarecerá aún más los costes salariales a las empresas. Alertó de que el sector agrario será uno de los más perjudicados, ante las dificultades para trasladar el incremento salarial a sus precios.

Por su parte, el consejero de Hacienda, Javier Celdrán, lamentó que el nuevo incremento «es una medida anticíclica», porque «estamos entrando en una desaceleración», y advirtió de que, unido a la subida de impuestos y el incremento de gasto público anunciado por el Gobierno de España, «puede acelerar la entrada en la crisis de nuestro país, como ya pasó en la etapa del ex presidente Rodríguez Zapatero».