El Tribunal de Cuentas vuelve, un año más, a dar un buen tirón de orejas al Servicio Murciano de Salud (SMS). En su último informe sobre el año 2017, dado a conocer ayer, repasa la situación de la Sanidad murciana y sus cuentas llegando a afirmar que la evolución de esta entidad desde el año 2002, cuando la Región asumió las competencias sanitarias transferidas desde el antiguo Insalud, ha sido negativa.

«Pese a la reducción importante de las pérdidas acumuladas en el ejercicio 2016, como consecuencia de la condonación por parte de la Comunidad de la deuda que mantenía con ella procedente del FLA por un importe de 1.436 millones de euros, las nuevas pérdidas registradas en 2017 han originado al cierre de dicho año un déficit acumulado de 1.130 millones de euros», apunta el estudio.

En cuanto a la gestión sanitaria, la fiscalización observa (como en ejercicios anteriores) una «enorme rigidez» del gasto corriente, que afecta a la sostenibilidad financiera en la prestación de los servicios.

El Tribunal de Cuentas llama la atención sobre la evolución del gasto registrado por el SMS en su cuenta de resultados, que ha ido creciendo desde su creación en 2002, con un incremento en estos quince años (hasta 2017) del 225 por ciento.

Este crecimiento del gasto sanitario en la Región de Murcia en la última década, al igual que ha ocurrido con el resto de comunidades, ha sido muy superior al crecimiento de su PIB autonómico, «provocando un situación financieramente insostenible a largo plazo que requería una intervención inmediata que garantizase una paulatina pero constante reducción del mismo, sin que ello implicase una reducción de la calidad asistencial», afirma el organismo fiscalizador.

Listas de espera

No obstante, el TC apunta a que los tiempos medios de espera en el SMS para las consultas y procesos quirúrgicos se han reducido en 2017 un 14 y 5 por ciento, respectivamente, frente a los descensos del 9 y 8 por ciento registrados de media en el conjunto del Sistema Nacional de Salud.