La Asoción de Naturalistas del Sureste, Anse, ha pedido a la Comunidad Autónoma que rechace el recurso presentado por la empresa Puerto Mayor, S.A. contra la caducidad de la concesión e inicie la retirada de las tablestacas metálicas que fueron colocadas para construir el puerto.

Los ecologistas reclaman que, en caso de que la empresa no las retire, incluyendo el relleno interior que cerró parte de la playa, y que configura una camino junto al tablestacado más próximo a la orilla, sea la Administración regional la que efectúe estos trabajos.

El Consejo de Gobierno de la Comunidad Autónoma dio el visto bueno el pasado 24 de octubre a la propuesta del consejero de Fomento e Infraestructuras sobre la caducidad de la concesión de Puerto Mayor por la "no iniciación, paralización o no terminación de las obras injustificadamente".

Era la decisión, casi final, que culminaba 15 años de protestas, denuncias, recursos y trámites judiciales iniciados en enero de 2005 con una acción de protesta conjunta de Anse y Greenpeace paralizando las obras ilegales, como posteriormente dictaminó el Tribunal Superior de Justicia en Murcia, y que hubieran supuesto la construcción de un puerto para 900 embarcaciones, además de diversas infraestructuras hoteleras, destruyendo 1 km de playas y unas 25 has de arenales costeros.

El Gobierno Regional declaró tras la decisión de octubre que era deseable que la empresa presentara un proyecto para “eliminar las tablestacas y dejar aquello en la situación previa", pero reconocía que "después de tanto tiempo en situación de abandono, se ha causado un daño a la zona, y difícilmente se podrá llegar al mismo estado ambiental anterior a las obras". Sin embargo, la empresa ha decidido recurrir la resolución de la Comunidad Autónoma.

La Asociación ha trasladado a la Dirección General de Puertos de la Comunidad Autónoma su preocupación por la situación de Puerto Mayor, y la demora que este recurso podría suponer para la restauración ambiental de los arenales de la Caleta del Estacio, "cuya regeneración tiene una gran relevancia no solo ambiental sino también social y económica ante la regresión de la línea de costa y desaparición de playas, que irá en aumento en los próximos años", indica.

Precisamente, el fuerte oleaje del noreste asociado a la tormenta de estos días ha golpeando directamente en diferentes tramos del paseo marítimo de La Manga, "en unas playas que son desprovistas por los servicios de limpieza, incluso en invierno, de miles de toneladas de arribazones de posidonia oceanica que podrían limitar al menos en parte los efectos negativos de los temporales", apunta la asociación.

"Ahora que tantas miradas de dentro y de fuera de la Región se fijan en el Mar Menor y su degradación, es un buen momento para añadir la situación de La Manga al problema de la eutrofización, y comenzar a desarrollar políticas eficaces de conservación y recuperación de la línea de costa, que inevitablemente deberían de venir acompañadas de actuaciones de eliminación de una parte de lo construido, para la posterior recuperación de los arenales costeros y playas", subraya Anse.

La asociación ya trasladó al Ayuntamiento de San Javier hace algunos años, dentro del periodo de consultas en la Evaluación Ambiental Estratégica del Plan General Municipal de Ordenación Urbana (PGMO), una propuesta para eliminar más de 100 edificaciones que permitirían preservar 158 has de arenales.

Se trataba, desde el punto de vista de Anse, de una propuesta "muy razonable para un área con una concentración urbanística disparatada y con graves problemas de infraestructuras y tráfico".

Y advierte que además es una de las zonas costeras con más riesgos de pérdida de playas como consecuencia del cambio climático, según numerosos informes del Ministerio de Medio Ambiente y otros organismos, y la misma realidad comienza a mostrarnos.