Mientras que en el Noroeste y la comarca del Altiplano la borrasca Gloria dejó ayer fuertes nevadas, en el resto de la Región su influencia tuvo una doble cara. Por un lado supuso importantes precipitaciones, que fueron agradecidas por regantes y agricultores, ya que las lluvias no provocaron destrozos. «Hasta por la mañana las precipitaciones fueron muy beneficiosas en el campo de Cartagena, a partir de las cuatro de la tarde llovió con más intensidad y se ha producido alguna escorrentía al estar la tierra mojada», señaló Vicente Carrión de Coag. «Creemos que no ha habido ningún daño, por lo que han sido lluvias beneficiosas tanto para secano como para regadío», explicó Carrión.

Los puntos que más agua recogieron, a cierre de este periódico y según datos de la CHS, fueron Cartagena, donde el pluviómetro de Canteras registró 54 litros por metro cuadrado en 24 horas; La Murta, en Murcia, con 50; San Javier, 38; Torre Pacheco, 35; y Bullas, 36.

La cara opuesta se la llevó la zona del litoral de la Región, donde fueron numerosos los destrozos de la borrasca Gloria. Los fuertes vientos, lluvias y fenómenos costeros provocaron cuantiosos daños, sobre todo en Los Nietos, Playa Honda y La Manga del Mar Menor. En esta zona las inclemencias meteorológicas se llevaron por delante mobiliario urbano y árboles.

Las incidencias más graves se produjeron en la zona de La Manga del Mar Menor y Cabo de Palos, según informó la edil de Infraestructuras del Ayuntamiento de Cartagena, María Casajús. Además, «se han producido destrozos en semáforos, señales de tráfico, y palmeras de la Gran Vía y Cabo de Palos». Precisamente, la caída de una palmera ocasionó daños en el cuartel de la Policía Local de Cabo de Palos.

Playas sin arenal

Por otro lado, fue tal la fuerza del viento en esta zona del litoral que dejó sin arenal las playas de Levante de Cabo de Palos y de La Manga del Mar Menor, además algunos puestos de Protección Civil han sufrido graves daños.

Parecida suerte corrieron Los Urrutias, Los Nietos y Playa Honda, cuyos paseos marítimos se cubrieron de algas tras el arrastre del fuerte temporal. «En Playa Honda, además, se han caído farolas y palmeras y ha habido destrozos en la cubierta del aseo ubicado en el paseo marítimo; así como en la zona de la Pinada, que conecta Playa Honda con Playa Paraíso, se han caído, al menos, diez pinos de grandes dimensiones ubicados en la zona conocida como La Pinada. En los Urrutias, ha habido desperfectos en la cubierta de una vivienda», manifestó Casajús.

La concejal detalló que «operarios municipales» trabajaron desde por la mañana en «la retirada de palmeras y árboles». También se desplazaron a zonas como Cabo de Palos, donde se produjo una pequeña riada desde el restaurante Cati hasta el paseo marítimo. Los operarios trabajaron allí para realizar un dique de arena con el que evitar el paso de agua a la carretera.

La empresa SICE se dedicó a revisar el alumbrado público de toda la zona del litoral cartagenero para asegurar que no hubiera más daños en las farolas y solucionar los posibles apagones.

La Concejalía de Infraestructuras anunció que tiene previsto reforzar hoy las brigadas municipales en el litoral para intensificar las labores de mantenimiento y limpieza de las calles y playas.

Las olas se tragan La Llana

Desde la Consejería de Medio Ambiente confirmaron que el parque regional Salinas y Arenales de San Pedro del Pinatar tuvo que ser cerrado ayer. La fuerza del viento se llevó parte del vallado perimetral, concretamente el que realizó recientemente ANSE, que fue localizado a lo largo de la tarde. Agentes medioambientales acudieron por la tarde al parque para comprobar el estado del paraje.

Por otro lado, la playa de La Llana, en San Pedro, también sufrió la furia del mar. El nivel del agua creció, se tragó toda la zona de la arena y el fuerte oleaje alcanzó la duna.

En el interior de la Región, las rachas de viento, de hasta 90 kilómetros por hora en algunos puntos, causaron daños en tejados, árboles y vallas. Es el caso de Macisvenda (Abanilla), donde los episodios de viento más fuertes ocurrieron de madrugada y se llevaron por delante la cruz de hierro del monte junto al Corazón de Jesús.