El municipio de Águilas, más concretamente el enclave situado frente a la Isla del Fraile, se prepara para acoger el levantamiento del residencial Isea Calma, situado en un punto de gran valor medioambiental para dicha localidad costera. Se trata de un proyecto urbanístico que quedó paralizado hace una década por la crisis económica y que ha sido retomado por la sociedad Quadratia Investment Partners (QIP), que planea construir 165 viviendas frente a este enclave catalogado como Bien de Interés Cultural.

Pese a la complejidad de la edificación, al tratarse de un espacio orográfico desigual y de un entorno especialmente rico a nivel ecológico, el estudio de arquitectura encargado de ello, Chamizo Arquitectos, asegura que se tratará de un trabajo totalmente adaptado y respetuoso con el medio ambiente.

La constructora tiene previsto comenzar la edificación del residencial a mediados de este año, una vez que el Ayuntamiento de Águilas otorgue los permisos pertinentes, los cuales, según afirman desde la empresa, obtendrán en un plazo breve de tiempo. Al tratarse de un proyecto que se iniciaba hace una década, aunque posteriormente fuera paralizado, los terrenos para ejecutar las obras ya han sido tratados previamente, un factor del que QIP pretende aprovecharse ahora.

La construcción de la primera de las tres fases que conforman el proyecto concluirá, según sus previsiones, en 2022. La firma ya ha iniciado la comercialización sobre plano de las viviendas, la cual se centra en estos momentos en mercados como Bélgica, Suiza o Francia.

Quadratia Investment tiene previsto contar con empresas de la Región en las subcontratas pertinentes, un factor que, según consideran, supondrá una importante inyección económica para la Comunidad.

La Isla del Fraile, situada a unos dos kilómetros de este futuro residencial, acoge restos de una factoría romana de salazón y pescados, además de contar a su alrededor con fondos marinos que contienen multitud de piezas de cerámica romana.