El aeropuerto de Corvera, que este miércoles celebrará su primer aniversario, ha logrado superar el millón de pasajeros que habían previsto la Comunidad Autónoma y Aena para el año 2019 y ha incorporado nuevos destinos nacionales con los vuelos a Canarias todo el año y a Barcelona, Asturias, Bilbao y Palma (que arrancarán en primavera). Desde el pasado mes de noviembre, cuando se alcanzaron 1.050.058 pasajeros, el aeropuerto empezó a generar ingresos a la Administración regional, dado que el contrato con Aena establecía un canon de 0,84 euros por cada pasajero que recibiera por encima del millón. La concesionaria calcula que en estos últimos meses del año, habrá aportado unos 850.000 euros a las arcas regionales. Sin embargo, mes tras mes Corvera ha ido perdiendo pasajeros y en noviembre registraba una caída de 173.000 usuarios en relación a las cifras obtenidas por San Javier el año anterior. Los resultados tienen, por tanto, una doble lectura, aunque cada vez es mayor la inquietud de los empresarios del sector turístico, que cuestiona la promoción en el exterior.

El aeropuerto, que permaneció cerrado durante siete años antes de ser inaugurado, había sido uno de las grandes aspiraciones de la Región, que esperaba conseguir el despegue turístico definitivo con su puesta en marcha.

Su apertura fue recibida como una auténtica proeza después de una década de desencuentros y pleitos con la sociedad que lo construyó, Aeromur, liderada por la constructora Sacyr.

Un año después de la inauguración del aeropuerto todavía hay litigios pendientes entre la Comunidad y la primera concesionaria, que dejó al Ejecutivo regional un crédito por pagar de 182 millones, cuyos intereses llegaron a costar 22.000 euros diarios en intereses.

La sociedad murciana llevaba varias generaciones esperando contar con un aeropuerto que no planteara los problemas de compatibilidad de San Javier y por fin descubría el 15 de enero de 2019 que el sueño de alcanzar la prosperidad del desarrollo turístico podía empezar a cumplirse.

La compañía irlandesa Ryanair estrenó la pista de aterrizaje aquella mañana con un vuelo procedente de Reino Unido, cuyos pasajeros fueron recibidos con la expectación de los fotógrafos deseosos de captar con sus cámaras el desembarco de los primeros turistas que tomaban tierra en el nuevo aeropuerto murciano.

Poco después aterrizaba el avión que trasladó al rey Felipe VI para presidir el acto oficial de inauguración.

La puesta en marcha de Corvera exigió un tremendo despliegue logístico al personal de Aena, que después de cerrar el aeropuerto de San Javier a última hora del día 14 de enero tuvo que trasladar a las nuevas instalaciones los equipos que debían permanecer en el aeródromo situado junto al Mar Menor hasta que despegara el último vuelo comercial.

También las compañías aéreas y los trabajadores que habían atendido a los pasajeros en San Javier tuvieron que desplazarse para empezar su jornada laboral en las nuevas instalaciones.

Era la primera vez que se trasladaba un aeropuerto al completo, por lo que existía mucha inquietud ante los imprevistos que pudieran presentarse en aquellos momentos.

Las instalaciones de Corvera están preparadas para recibir 140 vuelos diarios y hasta tres millones de pasajeros al año.

La incógnita en este momento es cuánto tiempo necesitará Corvera para alcanzar al menos los dos millones, cifra que llegó a conseguir San Javier antes de que la crisis económica rebajara a la mitad la actividad comercial que tuvo el aeródromo situado junto al Mar Menor en 2007, y pueda compensar el esfuerzo económico que ha realizado el Gobierno regional para dotar a la Región de un aeropuerto que pudiera estar operativo las 24 horas al día.

Durante 2019 Aena esperaba superar el millón, una cifra inferior a la que viene registrando San Javier en los últimos años, que rondaba 1,2 millones de viajeros.

De acuerdo con los últimos datos de Aena, que corresponden a noviembre de 2019, en los primeros once meses del pasado año han pasado por Corvera 1.050.058 viajeros, lo que supone 173.000 menos que en 2018.

Las estadísticas permiten al Gobierno regional sacar pecho y dar por cumplidos los objetivos previstos, aunque cada vez son más acusadas las críticas del sector turístico ante la falta de una promoción adecuada de la Región, que permita romper la estacionalidad y alargar la temporada de verano más allá de los meses de julio y agosto.

No obstante, en su primer año Corvera ha logrado incorporar varias rutas nacionales, la mayoría de las cuales solo estarán operativas en los meses de primavera y verano. En 2019 estrenó una de Volotea a Asturias y otra de Ryanair a Palma de Mallorca.

En el mes de octubre la compañía Binter abrió otra línea regular a Canarias, la única conexión nacional que está funcionando en los meses de invierno.

Para la próxima temporada, que empieza a finales de marzo, Volotea ha anunciado una nueva ruta a Bilbao y Vueling volará a Barcelona, por lo que habrá cinco líneas dentro del territorio nacional, si se cumplen las previsiones.

Sin embargo, la ruta de Vueling a Barcelona despierta cierto escepticismo, dado que el avión saldrá de Corvera hacia las diez de la noche, lo que dificulta las posibilidades de competir con los horarios que ofrece el aeropuerto de Alicante, dado que obliga a hacer noche en la capital catalana.

Fuera de España la Región recuperará también vuelos a Reino Unido, Irlanda, Bélgica y Noruega que ya había tenido Corvera durante el verano anterior.

La crisis del Mar Menor, que ha alcanzado una gran repercusión en toda España e incluso en el exterior, será otra dura prueba para Corvera a partir de ahora.