La diputada nacional del PP por Murcia Isabel Borrego opina que «prevalecerá el interés de los separatistas frente al de todos los murcianos» y que «peligran» el trasvase Tajo-Segura, el tren de alta velocidad y el corredor mediterráneo ferroviario y un nuevo sistema de financiación autonómica «justo», y en el caso del Mar Menor, «se ha olvidado ya de las ayudas para su regeneración». Borrego añade que «alimenta el enfrentamiento y la división» sociales y «liquida el espíritu de la Transición» y concluye que su partido es «el único dique de contención ante cualquier intento de mutación constitucional por la puerta de atrás».

Sin embargo, la investidura de Pedro Sánchez es, para el diputado de Unidas Podemos en Murcia, Javier Sánchez Serna, «un signo muy importante del bloque histórico que se conforma en España, solo ocho años después de la eclosión del 15M». A su juicio, «el cambio iniciado en las plazas comienza a materializarse en el primer gobierno de coalición desde la Segunda República». Sánchez Serna dice que en los últimos días, «el debate de investidura ha mostrado que hay dos formas de entender nuestro país. Una monocolor, de bronca y malas formas, que mira mucho más al pasado que al futuro.

Y otra España, plural, abierta, dialogante y dispuesta a abordar de una vez los grandes retos que tenemos por delante como sociedad». Según Sánchez Serna, «no es un problema de banderas, es la preocupación de que, por una vez ante una previsible crisis económica, hagamos las cosas de otra manera y no acaben pagando los trabajadores mediante recortes a los servicios públicos. Es la hora de recuperar todo lo que nos han arrebatado durante la última década y esto pone en cuestión la lógica de un país que, ante las dificultades, siempre ha legislado a favor de quienes más tienen».