Parte de las 10.975 empleadas de hogar que están dadas de alta en la Región cotizan a la Seguridad Social menos de 40 horas semanales sin saberlo, aunque estén trabajando a jornada completa. La subida del salario mínimo interprofesional a 900 euros mensuales, que se ha traducido en una caída de la afiliación de este colectivo en Murcia y en toda España, a pesar de que las condiciones económicas no han empeorado, también ha creado un grave problema a las trabajadoras que están dadas de alta. Con el aumento salarial del 22,29% que entró en vigor hace un año se ha elevado en la misma proporción su base base de cotización, que ha pasado de 858,60 euros mensuales a 1.050 (con la prorrata de las pagas extras) desde el 1 de enero desde 2019. Sin embargo, la Seguridad Social no ha obligado a los empleadores a pagar una cuota superior, sino que ajusta las horas cotizadas al importe que le ingresan mensualmente, dentro de los tramos que tiene establecidos.

En algunos casos este desfase viene produciéndose desde antes de 2019. En toda España hay 396.626 empleadas de hogar dadas de alta, parte de las cuales están cotizando como si trabajaran a tiempo parcial. La consecuencia es que una trabajadora con jornada completa puede estar cotizando unas 32 horas semanales en lugar de las 40 que trabaja realmente, aunque gran parte de las familias no saben que deberían estar pagando más a la Seguridad Social desde que subió el salario mínimo a principios del pasado año.

Tampoco lo saben muchas empleadas, según indica el Grupo Turín, una plataforma formada por más de una treintena de asociaciones de trabajadoras de toda España, que ha dirigido un escrito al secretario de Estado de Seguridad Social, Octavio Granado, para pedirle que tome las medidas necesarias para «ajustar las jornadas declaradas y las bases de cotización que les corresponden, regularizándolas para todo el año 2019 y los anteriores, si procede».

Las empleadas se enteran cuando solicitan alguna prestación de la Seguridad Social, como una baja por maternidad o una jubilación, y se encontrarán con que no tienen computados los días que les corresponderían. Esto supone que tendrán que trabajar un número de años superior al que necesitarían realmente para cobrar, por ejemplo, la incapacidad permanente. Así, si se necesitan al menos 15 años de cotización a jornada máxima de 40 horas para jubilarse, las empleadas de hogar que no hayan cotizado todas las horas trabajadas deberán superar los 18 para conseguir lo mismo.

Para evitarlo, la Tesorería está permitiendo regularizar las cotizaciones del último año cuando el empleador y la trabajadora abonan la diferencia con las cuotas que deberían haber pagado en 2019.

La plataforma de empleadas de hogar de toda España que ha dirigido un escrito al secretario de Estado recuerda que los empleadores «no han sido informados» de que debían comunicar a la Seguridad Social las subidas de sueldo aplicadas año tras año, aunque consideran que el mínimo legal debe corresponderse con el salario mínimo interprofesional. Añade que «tampoco la entidad gestora ha tomado la iniciativa de revisarlos de manera generalizada, aún cuando era evidente el desfase en la información con la que contaba». La organización destaca que «en 2019 hemos visto coeficientes de parcialidad del 81,3%, con contratos a tiempo completo, indefinidos».