"La noche pasada pensábamos que estallaba la guerra civil en mi país porque nos llegaban noticias muy malas", relató ayer Consuelo Castedo, una boliviana de Santa Cruz de la Sierra que lleva seis años trabajando y residiendo en la Región junto a su marido, Roberto Durán, y su hijo Ariel.

La colonia boliviana en la Región la integran alrededor de mil personas, que suelen estar en contacto, especialmente en estas fechas debido a la crítica situación de su país.

"No pegamos ojo por las noches porque nos acostamos pendientes de los noticiarios de la televisión. Tenemos la televisión encendida toda la noche, y cuando aparece alguna noticia de nuestro país subimos el volumen", comenta Consuelo Castedo que se trajo a la Región a su madre, a dos hermanas y a un hermano, pero aún le queda en el país sudamericano sus tres hermanos mayores, la familia de su madre y la de su marido.

Un primo de Consuelo Castedo llegó hace un mes a la Región procedente de Bolivia, y manifestó que cuando salió de su país se percibía en el ambiente que algo grave iba a pasar.

El hecho de que parte de su familia viva ahora en España es una garantía para Consuelo, pero no puede evitar sentirse intranquila por la suerte que pueden correr sus parientes en el país andino

Esta familia boliviana considera que las zonas más conflictivas debido a los movimientos de campesinos y de indígenas son las de La Paz, Sucre y Cochabamba, pero en otros lugares como Santa Cruz, de donde proceden, existe más calma.

La colonia boliviana considera que el hecho de que haya asumido la presidencia de la república el titular de la Corte Suprema, Eduardo Rodríguez, puede ser una acicate para que se apacigüen los ánimos y vuelva la calma al país y a su capital.