Comisiones Obreras reclama un plan para recolocar a los trabajadores del Mar Menor. El secretario general del sindicato, Santiago Navarro, avanzó este lunes que las empresas agrarias ya están trasladando sus plantaciones a los municipios de Águilas, Jumilla o Hellín, pero reiteró la necesidad de afrontar la reconversión del sector agroalimentario que ya se está produciendo. También augura un parón del turismo «si el Mar Menor se muere» y teme que el Gobierno regional trate de desviar dinero de los presupuestos de las consejerías para costear la recuperación.

Santiago Navarro, que este lunes intervino en un desayuno con los medios de comunicación, señaló que los trabajadores de la agricultura podrán trasladarse a los municipios en los que se instalen las empresas que no podrán cultivar en la comarca del Mar Menor, pero alerta de que también se producirá una intensa destrucción de empleo en el turismo y en todo el sector servicios. «Si el Mar Menor se muere, que es algo a lo que parece abocado, habrá una bajada del turismo. ¿Quién va a venir a visitar el Mar Menor, salvo que sea para ver cómo está la situación?», se preguntaba.

Añadió que también se está resintiendo el sector inmobiliario y explicó que en este momento en poblaciones como Los Alcázares «no hay oferta ni demanda de viviendas. No hay precio. Nadie quiere comprarse una vivienda en torno al Mar Menor», concluyó.

Reprocha al Gobierno regional que no haya puesto en marcha hasta ahora las medidas establecidas para la recuperación de la laguna salada. A su juicio, se han aplicado «mediciones, pero no soluciones. No puede seguir entrando más agua», defendió.

Alertó de que también se está produciendo una reconversión en el sector agrario en otros puntos de la Región, como demuestra el cierre de la empresa de Águilas Agrasa, que ha dejado en la calle a 481 trabajadores. Igualmente, en Fuente Álamo ha suspendido pagos otra compañía hortícola, con lo que suman ya unos 900 puestos de trabajo desaparecidos en el sector agroalimentario.

Tampoco descarta que el Ejecutivo regional trate de costear la recuperación de la laguna salada desviando dinero del presupuesto de las consejerías que deberían tener otro cometido, dado que «ya ha utilizado unos fondos especiales destinados a mejorar las retribuciones de los funcionarios para pagar la carrera profesional».

Tachó de «atrevimiento sin sentido» la afirmación del presidente de la Comunidad, Fernando López Miras, quien dijo que «todos son culpables» del estado de la laguna, y apuntó que el «Gobierno regional debería asumir su responsabilidad en su deterioro y, a continuación, pedir el apoyo de todos y todas las organizaciones políticas y sociales».

En esta situación considera «necesario un plan inversiones para la recuperación del Mar Menor y para una reconversión sostenible de las actividades del entorno de la laguna en el que participen Administración, sindicatos y empresarios».

Considera «urgente y necesario» que el Ejecutivo autonómico tome la iniciativa y deje de actuar con la táctica del «libre albedrío» que «funciona a la perfección. No hay plan serio y ni intención clara de la nueva Administración regional».

Por otra parte, mostró su preocupación por la pérdida de competitividad que se está produciendo en la Región, tal y como reflejan los estudios realizados por el Consejo del Colegio de Economistas. Estos informes muestran que «la Región abandona el nivel medio-bajo de la competitividad, y pasa directamente al bajo».

Tampoco percibe que haya una hoja de ruta clara respecto a las inversiones en infraestructuras, como demuestra, a su juicio, la indefinición a la hora de decidir entre la ampliación de la dársena de Escombreras o la construcción de la macroterminal de contenedores de El Gorguel o el retraso del Corredor Mediterráneo. CC OO reclama que «se hagan estudios claros sobre ambas infraestructuras y ajustadas a la legislación medio ambiental».