"Hemos puesto una tabla en la puerta, cogida con yeso, para que no entre el agua", explica Araceli Moreno, dueña de la pensión El Cordobés, en Los Alcázares, localidad que se ha vuelto a llevar la peor parte de la DANA. "El agua bajó un poquito, pero ahora está subiendo otra vez", advierte. Además, "hace mucho viento".
Moreno tiene su negocio en la avenida Trece de Octubre, que se ha convertido en "un río muy grande". "El agua se va filtrando, es un desastre total", sostiene la mujer, que prefiere no salir de su establecimiento. Desde ahí ve "el despacho de pan de enfrente, todo llenito de agua".
Cree que "con botas de agua sí se puede salir un poquito", aunque "yo no salgo, es peligroso", comenta la vecina, que tiene claro que "esto está haciendo mucho daño, es una pena muy grande para el pueblo". Asegura que ya no hay diferencia "entre el agua y la playa".
El Ayuntamiento de Los Alcázares tomaba la decisión de evacuar las viviendas de planta baja de las calles Joaquín Blume, Los Luisos, Doctor García Guillén, Miguel Hernández, Adelfas, Girona, Granada, Barcelona, Valencia y Ourense, debido a las inundaciones por las ramblas y fuertes vientos, según informa en un aviso a la población en su página web oficial el alcalde, Mario Pérez, donde recomienda además subir a las plantas superiores o zonas elevadas.
El Ayuntamiento suspendía la actividad en todos los centros educativos del municipio, lo que no solamente afecta a las escuelas infantiles o colegios, sino también a los institutos. La decisión se adoptó para evitar posibles riesgos por la previsión de fuertes vientos y lluvias de carácter torrencial que harían imposible los desplazamientos por carretera.
También se suspendían el mercado semanal y todas las actividades deportivas tanto en el polideportivo municipal como en el espacio La Torre.
