Juan Manuel Aguirre es el presidente de la Asociación FARM, que aglutina a cinco empresas dedicadas a la cría de pescados en la Región de Murcia, un sector que genera más de 300 empleos directos y que es líder en toda España en cuanto a la producción de lubina y dorada. A pesar de que se trata de una actividad con un enorme potencial de crecimiento, el sector se encuentra estancado desde hace años a causa de una normativa que lo lastra, impidiendo su crecimiento.

¿Cuáles son los orígenes de la Asociación FARM de Empresas de Acuicultura de la Región de Murcia?

Comenzamos a trabajar hace más de diez años, al principio como una asociación de acuicultores de San Pedro del Pinatar del Polígono de San Pedro. Con los años fueron incorporándose empresas de los alrededores y hace unos tres años nos constituimos como una asociación única que aglutinara a todas las empresas de acuicultura de la Región.

¿Qué empresas forman parte de la Asociación FARM?

Grupo Culmarex, con sede en Águilas, que es el principal productor de toda España, que produce dorada y lubina. También está Ricardo Fuentes e Hijos, con sede en Cartagena, que produce dorada, lubina, corvina y atún rojo; Está la empresa de Servicios Atuneros del Mediterráneo, en San Pedro del Pinatar, que produce dorada y lubina; Alevines del Sureste, en Cabo Cope y por último, está la empresa Piscifactorías Albaladejo, de la que yo soy gerente, que produce dorada y lubina también. Con este pequeño tejido empresarial, la Región de Murcia es la primera productora de lubina de acuicultura en toda España, y somos los segundos de dorada. En comparación con otras comunidades españolas nosotros disponemos de una superficie costera mucho menor.

Esa alta producción se transforma, además, en puestos de trabajo, ¿no es así?

Sí. Nosotros damos empleo directo a más de 300 personas en cuestiones de acuicultura. Algunas empresas tienen otras actividades complementarias que también aportan puestos de trabajo. Creamos empleo en zonas de litoral que tradicionalmente se habían visto expuestas a la estacionalidad, así como para pescadores tradicionales que de no ser por estas empresas se hubieran visto obligados a estar en el paro.

¿Qué momento vive el sector?

Hace años que estamos en un ‘inpass’, nuestra situación es como la historia interminable. A pesar de que somos negocios con una capacidad de desarrollo y crecimiento muy importante, lo cierto es que estamos estancados por cuestiones administrativas. Llevamos una lucha desde hace años con la administración regional y con la administración estatal, porque dependemos de la Comunidad Autónoma en cuanto a la explotación de las concesiones administrativas, y dependemos del Ministerio de Medio Ambiente y de la Dirección General de Costas, que es la que otorga la autorización para el uso y la explotación del dominio público marítimo y terrestre. Pedimos mayor agilidad en todos los trámites administrativos. Desde la Unión Europea, hace varios años, se pidió a todos los estados miembros y a todas las regiones que tienen participación en los procedimientos administrativos, que se agilizaran los trámites al máximo posible, y que al menos se cumplieran las leyes en cuanto a plazos. Cualquier tramitación administrativa, un inversor que no conozca el tema, no puede hacer una planificación si con 6 años no vas a tener una autorización para hacer un cultivo de peces. Es el principal escollo que se le plantea a la actividad y que nos llega sobre todo del Ministerio de Medio Ambiente.

¿Es un sector respetuoso con el medio ambiente?

Por supuesto, todas las empresas somos 100% sostenibles y cumplimos a rajatabla las normativas medioambientales,y además, no generamos huella de carbono como otras industrias.

¿Cómo valora la sociedad los productos que se extraen de la acuicultura?

Nosotros ponemos en el mercado un producto fresco, saludable y con una gran seguridad alimentaria. Los controles que tienen, incluso los fabricantes de los piensos que utilizamos para alimentar a nuestros peces, son muy estrictos. Hacemos un producto seguro, saludable y con un precio asequible. Para una población mundial, cada vez con una expansión más acelerada, es necesario que haya fuentes de proteínas saludables para poder alimentar a tantas personas. En todo el mundo ya hay más cantidad de productos acuáticos procedentes de la acuicultura que procedentes de la pesca extractiva.

Ante la recomendación de no consumir peces de gran tamaño ¿cuál es la postura de la FARM?

Lo de los metales pesados se ha sabido siempre, la recomendación es que no consuman mucha cantidad de atún o pez espada los niños y mujeres embarazadas, pero lo cierto es que para que hubiera algún riesgo para la salud se tendrían que consumir kilos y kilos. De cualquier forma, los ejemplares de piscifactoría son muy jóvenes y no les da tiempo a asimilar metales. Nuestros productos son 100% seguros.

¿Cómo es posible que en un país rodeado de mar como España se consuma más pescado procedente del Mar del Norte o de Marruecos?

Porque a pesar de que hay mucha demanda, las empresas españolas no podemos abastecer al mercado, como ya he explicado antes, porque estamos atadas de pies y manos y nos es imposible incrementar la producción por las trabas gubernamentales. Realmente es una pena porque todo el pescado que ofrecemos es fresco, incluso se transporta así a Francia y Portugal.