El Corredor Mediterráneo sigue siendo una lista de buenos deseos al sur de Tarragona, según confirma el último chequeo semestral realizado por la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE) y presentado ayer en Elche ante los 1.500 participantes en la cumbre. La situación de la Región, sin un solo kilómetro electrificado y sin conexión con Almería, lleva a los técnicos a considerar que a partir Murcia hay «una isla ferroviaria».

En el trayecto de La Encina a Alicante y Murcia conviven dos tipos de vías: la de Alta Velocidad procedente de Madrid hasta Alicante y la vía única en ancho ibérico hasta Murcia que no desaparecerá hasta 2020, que es la fecha prevista para la llegada del AVE a la capital murciana.

Fomento aún tiene «en estudio» la conexión del AVE con el aeropuerto internacional de El Altet, que permitirá renovar la línea de Cercanías con Alicante.

La situación a partir de Murcia es definida por los técnicos de AVE como «la isla ferroviaria». Están adjudicadas todas las obras Murcia-Almería excepto dos de ellos, aunque aún no se han iniciado las obras que Fomento se comprometió a finalizar en 2023. Asimismo, los últimos tramos entre Almería y Granada son un compendio de «conexiones obsoletas y ciudades aisladas» con la única buena noticia de la puesta en marcha del servicio Granada-Antequera, ya plenamente operativo, después de años de espera.

En el tramo Vandellós-Tarragona, que bautizan como «una plataforma ibérica para tráfico mixto», la organización empresarial AVE refleja el compromiso del Ministerio de Fomento de «convertir la doble vía actual de ancho ibérico (1,668 m.) al ancho europeo (1,435 m.) para 2021».

Aunque los empresarios no renuncian a la reivindicación de una «nueva plataforma de ancho europeo y alta velocidad, que actualmente no está proyectada».

El chequeo semestral recurre a la fina ironía para encabezar la ficha del tramo Castellón-Valencia con el titular: «Experimentando el tercer carril», la solución barata que impulsó Ana Pastor para compatibilizar los dos tipos de ancho entre ambas ciudades pero que ha reducido la velocidad del trayecto a 160 km/h. AVE reclama para este tramo la conversión al ancho internacional de todo el tramo para 2025.

La red arterial ferroviaria de Valencia se identifica como «el culo de saco, el cuello de botella y la obra sin fin» por las actuaciones pendientes del canal de acceso, el eje pasante y la Estación Central de Valencia. Los dos últimos proyectos se reiniciaron en 2017 con la licitación de dos nuevos estudios informativos que deberán publicarse en 2020.

El tramo entre Xativa y Valencia es para los empresarios un «AVE y tercer carril de mercancías a punto de caramelo» ya que sólo falta la señalización de este tramo (en obras desde 2002 y con la plataforma ya ejecutada), aunque el compromiso de Fomento es ponerlo en marcha en 2022. Una actuación que no se podrá poner en servicio hasta que no se «desate el nudo que vertebre norte y sur», en palabras de los técnicos de la asociación empresarial, en referencia al conocido como nudo de la Encina (cruce de caminos ferroviarios entre Valencia, Alicante y Albacete) que, no obstante, no se pondrá en marcha hasta 2022, según las previsiones del Ministerio de Fomento.