Más de un centenar de profesionales de Atención Primaria de todos los centros de salud de la Región se han formado en el último año para promover el diagnóstico precoz de VIH. Se trata de una de las acciones puestas en marcha por la Consejería de Salud para incentivar que desde Atención Primaria se solicite la prueba.

La que fue considerada la gran pandemia del siglo XX continúa, por desgracia, estando presente en pleno siglo XXI. Los tratamientos antirretrovirales han logrado mejorar la calidad de vida de los pacientes con VIH, ampliando su esperanza de vida. Pero todavía queda mucho por hacer para que esta enfermedad tenga una cura real y efectiva. Este tipo de tratamientos evita la transmisión del virus y además lo mantiene controlado.

¿Cómo sí se trasmite el virus?

El VIH es transportado en el semen, las secreciones vaginales, la sangre y la leche materna. El virus ingresa en el cuerpo a través de cortes o heridas en la piel y a través de las membranas mucosas (como el interior de la vagina, el recto y la abertura del pene). El VIH se contagia cuando sangre infectada, semen infectado o fluidos vaginales infectados entran en el cuerpo de una persona.

¿Cómo no se trasmite el virus?

El VIH no se contagia a través de la orina, las heces, los escupitajos, los vómitos o el sudor (siempre y cuando no contengan sangre), las toses o los estornudos, darse la mano o compartir utensilios para comer o para beber (vasos, platos y similares).

Diferencia entre VIH y sida

El VIH es el virus que destruye al sistema inmunitario, mientras que el sida es la etapa final de la infección. No es lo mismo estar infectado por el VIH que tener sida. Aunque el VIH es el causante del sida. En el sida, el sistema de defensa no está en capacidad de protegerlo ante las enfermedades oportunistas y de los microorganismos del medio ambiente.

¿Qué síntomas hay enseguida?

La gente con VIH generalmente no presenta síntomas inmediatamente, por lo que pueden desconocer que tienen el virus. Pueden pasar años antes de que el VIH se manifieste. Por eso, es fundamental realizarse pruebas de VIH periódicas, en especial si se han compartido agujas.

¿Existe aún el estigma?

La Coordinadora estatal de VIH y sida (Cesida) ha advertido de que el estigma asociado al VIH es «una de las causas del diagnóstico tardío, y provoca soledad, baja autoestima, depresión, entre otras consecuencias». Por ello, consideran que «el fin del VIH empezará cuando se acabe con la serofobia», que es el prejuicio, miedo, rechazo y discriminación hacia las personas seropositivas.