La subida del salario mínimo interprofesional a 900 euros no ha impedido que aumente el número de afiliados a la Seguridad Social en el último año, salvo en el colectivo de las empleadas de hogar, que se ha reducido un 4,40%. Según los datos recabados por la secretaria de Política Social de la ejecutiva regional de UGT, Eugenia Pérez Parra, en el mes de octubre había 502 personas menos de alta que el pasado año, lo que muestra la dificultades de las mujeres dedicadas al servicio doméstico para mantener el empleo y las cotizaciones tras el establecimiento de las retribuciones mínimas en 12.600 euros anuales, que entraron en vigor el pasado mes de enero.

Eugenia Pérez destacó que entre diciembre de 2018 y enero de este año los sueldos de los colectivos que cobraban 735,9 euros mensuales pasaron a 900, lo que supone 165 euros de diferencia, «un elevado incremento, que se suma a la cuota mensual de la cotización a la Seguridad Social». Su conclusión es que algunas familias no han podido mantener un gasto mensual «que se sitúa por encima de los 1.000 euros».

La patronal había previsto inicialmente que la aplicación del nuevo salario pactado por el Gobierno del PSOE con Podemos tendría una repercusión negativa en el empleo, pero lo cierto es que a lo largo del año 2019 la afiliación a la Seguridad Social ha seguido creciendo en la Región.

El aumento no ha sido tan intenso como en los años anteriores de la recuperación, pero sí ha resultado lo suficientemente significativo como para desmentir las malos augurios.

Al acabar el mes de octubre había en la Región 587.214 cotizantes, lo que supone un aumento del 3,9%, según los datos oficiales del Ministerio de Empleo, Migraciones y Seguridad Social.

El mayor crecimiento se ha producido en el colectivo de profesionales dedicados a la sanidad y los servicios sociales, que roza el 10%.

La afiliación ha aumentado incluso en sectores que se preveían más sensibles a la subida de salario mínimo, como los de la actividad agraria. Sin embargo, en octubre de este año la afiliación al Régimen Agrario había aumentado en casi 4.000 personas con respecto al mes de octubre de 2018.

También la hostelería y la construcción han conseguido aumentos en la afiliación superiores al 6%, mientras que la educación ha superado el 4%.

Los incrementos han sido más modestos en el comercio (3,32%) y la industria (2,41%), aunque también resultan significativos.

Por el contrario, la afiliación al Régimen de Empleadas de Hogar ha caído por debajo de las 11.000 cotizantes. El mes pasado había 10.908 personas de alta, en su mayoría mujeres, mientras que el año anterior la cifra llegaba a los 11.410.

Esto supone que han salido de la Seguridad 502 personas, lo que representa una caída del 4,4%, superior incluso a la media nacional,

El número máximo de afiliadas se alcanzó en 2013, tras su integración en el Régimen General dentro de un sistema especial, dado que en aquel momento se superaron por primera vez las 12.000 cotizantes, cifra que no ha llegado a mantenerse desde 2014.

El retroceso del Régimen especial al que cotizan las trabajadoras del servicio doméstico se ha producido de forma generalizada en toda España. De hecho, el pasado mes se registró la cifra de afiliadas más baja desde el año 2012, cuando se contabilizaban unas personas 350.000 de alta.

Al año siguiente las empleadas de hogar aumentaron en casi 72.000 y siguió crecimiento hasta 2015, cuando se superaron las 428.000. Sin embargo, a partir de 2016 se empezó a producir una caída, que se ha agudizado este año. En 2019 el número de cotizantes ha bajado por debajo de las 400.000.

La afiliación de las empleadas de hogar apenas si ha aumentado en la Región en la última década. En el año 2006 se produjo un elevado repunte con la regularización de inmigrantes sin papeles y la cifra subió a 10.300, apenas 600 menos que había en octubre de 2019.

Descalabro amortiguado por la incorporación de los cuidadores no profesionales

La decisión del Gobierno central de volver a incluir a las personas al cuidado de los dependientes como cotizantes a la Seguridad Social por cuenta de la Administración ha evitado una caída más acusada en el Régimen Especial de Empleadas de Hogar. En la Región casi 2.000 personas volvieron a darse dar alta tras la aprobación del real decreto que permitió recuperar una prestación suprimida en 2012, cuando las administraciones trataron de eludir todos los gastos que en aquel momento no resultaban imprescindibles.

La cifra de cuidadores no profesionales pasó de los 409 dados de alta en el mes de marzo a los 2.218 registrados en julio de este año. De esta forma, los beneficiarios que han dedicado años al cuidado de un familiar dependiente podían sumarlos al cómputo de su vida laboral para generar derecho a otras prestaciones, como la jubilación o la incapacidad permanente. De no haber sido por estas incorporaciones, la caída en la afiliación podía haber sido mucho más acusada.