La Navidad se acerca y la velocidad a la que los bolsillos se vacían es directamente proporcional al ritmo con el que se suceden los anuncios de perfume en televisión. Es por eso que muchos ven en el Black Friday, y en su hermano pequeño, el Cyber Monday, una oportunidad para ahorrar en las compras navideñas. Sin embargo, son cada vez más quienes miran con recelo estas campañas de marketing, entre ellos, los pequeños comercios. «El Viernes Negro lo han instaurado las grandes compañías y los comercios 'online', que son quienes más se benefician», destaca la vicepresidenta de la Federación Murcia Área Comercial, Carmen Piñero.

«Los pequeños comercios solo somos los invitados pobres de la fiesta. Estamos obligados a sumarnos a esta nueva fecha y lo hacemos como podemos, pero nos llevamos una parte muy reducida del pastel», lamenta Piñero, quien además critica la «falsa creencia» de los beneficios positivos del Black Friday en el comercio. «Ni es una buena fecha para nosotros, ni nos aporta ningún valor de cara al cliente. Además, el consumo se ha ido parando porque los compradores están esperando al Black Friday para comprar sus regalos de Reyes».

Con ella coincide la presidenta de ThaderConsumo, Juana Pérez, que responsabiliza al Viernes Negro de la ralentización del consumo. «El exceso de ofertas, descuentos y llamadas de atención al consumidor en fechas muy largas lo que consiguen es confundir al consumidor y en lugar de incentivar la compra y la dinamización de ventas en determinados sectores, como el comercio minorista, se consigue el efecto contrario. El cliente se bloquea y no le motiva ir de compras».

Cinco años después de que aterrizara el Viernes Negro en los calendarios españoles, este ha logrado modificar el comportamiento de los clientes, ha adelantado el inicio de la campaña de Navidad y ha restado importancia a las rebajas, lo que ha perjudicado a los comercios locales, ya que el Black Friday suele tener descuentos más agresivos. Frente a esta amenaza, desde ThaderConsumo destacan que los negocios locales deben explotar su mejor virtud: «La cercanía, mimar al cliente y fidelizarlo, con eso las grandes marcas no pueden competir. Es su principal arma».

«Además deben aprovechar ocasiones como la ola de frío que hemos vivido en noviembre, porque estimulará la venta de moda de invierno, así como de pequeños electrodomésticos tipo estufa», destaca.

«Los pequeños siempre vamos a contracorriente, cuesta salir adelante y tenemos que adaptarnos», señala Emilia Gil Pérez, miembro de la Asociación de Comerciantes de Bullas, donde los negocios locales se han puesto de acuerdo, al igual que en otras localidades de la Región, como Águilas, para tratar de sacarle partido a esta fecha, aunque reconoce que «hay quienes solo compran durante esta semana, entonces no sabemos hasta qué punto compensa, además de que los ingresos se concentran en un período en lugar de distribuirse», explica.

Los pequeños comerciantes coinciden en que, si bien el Black Friday puede suponer unos ingresos puntuales, ha desvirtuado su papel ya que los margina frente a tiendas online o grandes empresas: «Las cajas no cantan ni hablan, lo hacen los comerciantes y espero que el cliente se dé cuenta a tiempo», señala Carmen Piñero.

«Nos venden que durante el Viernes Negro se puede comprar durante 24 horas, pero no es así. Adelantas un dinero, pagas por algo que no tienes y te obliga a estar en casa para recibir tu pedido. Esto genera un gran impacto medioambiental entre transporte y embalaje que no hay que perder de vista. En cambio, si vas a una tienda local, te llevas lo que buscas en el momento, te lo has probado, te han aconsejado, no te vas con algo que no era como creías», argumenta Piñero.

Las asociaciones de consumidores, por su parte, advierten del riesgo de caer en compras compulsivas durante el Black Friday, elevando así el gasto previsto, pero también alertan del riesgo de adquirir falsificaciones, sobre todo al comprar 'online', y de una práctica común durante el Viernes Negro que aprovecha para camuflar lo que no son rebajas y que puede alargarse al Cyber Monday, jornada con la que se cierra este período de rebajas que se ha afianzado en España.