La lacra de la violencia de género se ha cobrado tres víctimas mortales en la Región de Murcia: Mª Lourdes, asfixiada a manos de Marco Vinicio en una vivienda de Torre Pacheco; el pequeño Cristian, asesinado por su propio padre en Beniel, y Mª Dolores Sandoval, cuyo cuerpo aún busca la Policía en Cartagena después de que su novio, Agustín, confesase haberla matado en Navidad.

«Lo triste es que se olvida», admite el alcalde de Torre Pacheco, Antonio León, al ser preguntado por el asesinato de Mª Lourdes Mantilla, primera víctima mortal de violencia machista de este año en la Región de Murcia. El crimen «tuvo repercusión en ese momento», aunque «el tiempo lo va difuminado todo un poco», apunta el regidor. Hoy en día, los familiares de Mª Lourdes que aún viven en el pueblo prefieren no hablar. Otros allegados de la mujer reconocen que temen represalias si lo hacen. Sus hijas, residentes en su Ecuador natal, tampoco quieren hablar. «Gracias por tenernos en cuenta, pero deseamos mantenernos alejados de la prensa», apunta una de ellas.

A Mª Lourdes la mató en mayo Marco Vinicio, al que ella ya había denunciado, hacía una década, por maltratarla. La asfixió en su vivienda, dejó el cuerpo en la cama, le puso una rosa encima e intentó escaparse. La Guardia Civil fue más rápida que él. Lo capturaron en el aeródromo de Alicante, cuando estaba a punto de subirse en un avión. «¿Qué hiciste anoche?», le preguntaron los agentes que lo localizaron en la cola de embarque. «La he matado», respondió el sujeto, que, además, llegó a extender las manos, para ser esposado. Lo llevaron al cuartel de Crevillente. De ahí, a la cárcel. A primeros del mes de julio, Marco Vinicio aparecía muerto en su celda de Sangonera. Tenía el cuello cortado.

La mató, presuntamente, en Navidad, aunque no fue hasta el mes pasado cuando confesó el crimen (para después retractarse). Para aquel entonces, la Policía Nacional ya tenía bastantes indicios de que Agustín D. M., de 56 años de edad, había acabado con la vida de su novia, Mª Dolores Sandoval, natural de Cieza y madre de tres hijos. Cuyo cuerpo, sin embargo, no aparecía.

El escenario del asesinato machista habría sido la vivienda que la pareja compartía en Barrio Peral, en Cartagena. El detonante, una discusión en Nochebuena. Los investigadores de la Policía Científica de la Policía Nacional que registraron minuciosamente la casa encontraron restos de sangre, aunque falta saber si son de Mª Dolores. Estos restos biológicos fueron mandados a un laboratorio de Madrid, para ser analizados ahí. Los resultados definitivos tardan tiempo.

Agustín, de momento, está en la cárcel. La titular del juzgado número 1 de Cartagena ordenaba su ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza.

A día de hoy, Antonio Sandoval, hermano de la víctima, declinó hacer declaración alguna a este periódico acerca del caso. Así lo han decidido en la familia, explica el hombre. Mientras, el asunto está todavía bajo secreto del sumario, dijo. A la espera del informe del laboratorio y la hipotética circunstancia de que el sospechoso decida contar algo más.