La lacra de la violencia de género se ha cobrado este año tres víctimas mortales en la Región de Murcia: Mª Lourdes, asfixiada a manos de Marco Vinicio en una vivienda de Torre Pacheco; el pequeño Cristian, asesinado por su propio padre en Beniel, y Mª Dolores Sandoval, cuyo cuerpo aún busca la Policía en Cartagena después de que su novio, Agustín, confesase haberla matado en Navidad.

Cientos de personas han recorrido este lunes las calles de Murcia convocadas por la Asamblea Feminista para denunciar la vulnerabilidad de las mujeres y las niñas ante las diversas expresiones de maltrato a las que son sometidas, además de clamar a favor de medidas efectivas para la eliminación de esta violencia.

La protesta, que ha discurrido tras una pancarta en la que se podía leer 'Juntas contra las violencias machistas. #ni una menos', ha sido convocada por la Asamblea Feminista, organización constituida por más de una veintena de asociaciones de la Región, con motivo del Día Internacional de la Eliminación de las Violencias contra las Mujeres que se conmemora este lunes.

Al grito de 'No son muertas, son asesinadas', 'Violencia machista, no intrafamiliar', 'Mi culo es mío, no del Estado' o 'Que viva la lucha de las mujeres', la manifestación ha partido a las 19.00 horas de la Plaza de la Merced y ha recorrido la avenida de la Libertad hasta la calle Martínez Tornel, donde se ha dado lectura a un Manifiesto en el que han sido denunciadas aquellas situaciones de mayor gravedad que impiden a las mujeres disfrutar de los derechos y libertades fundamentales y llevar una vida digna.

Entre ellas, destacan el maltrato físico y psicológico, pero también la violencia de las que son objeto las mujeres esclavizadas, las que sufren violaciones sexuales o aquellas que son víctimas de trata.

En este sentido, han recordado que desde el año 2003, fecha desde la que se computan estos datos, se ha constatado "la funesta cifra de 1.026 mujeres asesinadas por 1.026 asesinos correspondientes a sus parejas o exparejas".

En lo que respecta a este año, una vez más España presenta el trágico balance ascendente de mujeres asesinadas, que según cifras oficiales correspondería a 51 mujeres y tres menores, aunque otras fuentes consultadas elevan dicha cifra hasta 90 víctimas, lo que también se traduce en un total de 41 menores que han quedado huérfanos.

Esta situación, añade la Asamblea Feminista, se ve agravada con el alarmante aumento de las agresiones sexuales en 'Manada', ya que en 2019 han sido denunciadas 55 violaciones en grupo. Además, según cifras oficiales, cada 5 horas una mujer es violada en España, algunas de las cuales son finalmente asesinadas aunque en los registros oficiales no consten como muertes ocasionadas por violencia de género.

"Esta trágica realidad pone de manifiesto que vivimos en un modelo de sociedad patriarcal, en la que las relaciones entre hombres y mujeres se siguen construyendo sobre la base de desigualdad y donde un importante número de hombres continúan cosificando a las mujeres y convirtiéndolas en objetivo de una violencia que no cesa", tal y como lamentan los convocantes.

La Asamblea Feminista también ha criticado duramente los ataques recibidos por la ultraderecha, cuestionando derechos y libertades consolidados hace años, así como el silencio cómplice de sus socios de gobierno. Consideran "extremadamente peligrosa" la inacción de estos ante discursos políticos incitan al odio hacia las mujeres feministas defensoras de la igualdad y llegan cuestionar el Estado de Derecho consolidado en nuestro país.

Han recriminado la "incompetencia" del Gobierno regional para poner en marcha los acuerdos adoptados en el Pacto Regional contra la Violencia de Género. "En su lugar admiten la manipulación de la realidad desvirtuando la violencia machista por el término violencia intrafamiliar con el que se pretende justificar y restar gravedad a un delito", afirma la Asamblea Feminista.

Ante esta situación, la Asamblea Feminista exige al Gobierno que actúe de forma "seria, efectiva y con dotación presupuestaria suficiente" para hacer efectivas políticas de igualdad "que proporcionen, por un lado elementos de prevención y protección real a las mujeres, y por otro, instrumentos para la formación y concienciación social frente a cualquier expresión de violencias machistas".

En este sentido, consideran prioritario el cumplimiento riguroso de la ley 3/2019, que modifica la Ley 7/2007 de Igualdad entre Mujeres y Hombres, y Protección contra la Violencia de Género en la Región de Murcia, y de la Ley 8/2016, de Igualdad Social de Lesbianas, Gais, Bisexuales, Transexuales, Transgénero e Intersexuales, y de Políticas Públicas contra la Discriminación por Orientación Sexual e Identidad de Género en la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia.

Por otra parte, este amplía representación de feministas de la Región considera que la vulnerabilidad de las mujeres también está asociada a las dificultades para acceder y mantener un puesto de trabajo.

"Las condiciones de precariedad laboral son más acusadas que en los hombres, lo que se manifiesta de forma determinante en una brecha salarial que oscila entre el 20% y 30%, un mayor índice de temporalidad y el abuso de contratos a tiempo parcial, en muchos casos falsos", destaca la Asamblea.

Todo ello, añaden los convocantes de la manifestación, "repercute en unas condiciones de pobreza actuales, que se verán acusadas en el futuro con unas pensiones que apenas permitirán sobrevivir a muchas mujeres".

La Asamblea Feminista también ha denunciado el incumplimiento de las medidas recogidas en el Pacto Regional contra la Violencia de Género, acordado en 2018, y en el que se contemplaba la implantación o actualización de planes y programas municipales de igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres o la creación de una Mesa de coordinación con los Ayuntamientos para abordar este y otros temas, así como hacerlos partícipes del Observatorio de Igualdad y Violencia de Genero.

En lo que respecta al ámbito educativo, el mencionado Pacto ha quedado igualmente "en papel mojado", al no asegurar la presencia en los consejos escolares y las AMPAS de los centros educativos personas que velen por el cumplimiento de medidas educativas que fomenten la igualdad real y efectiva entre hombres y mujeres.

Por ello, las asociaciones feministas exigen la introducción de una asignatura de libre configuración en materia de igualdad, dirigida a prevenir desde edades tempranas la desigualdad, así como detectar, intervenir y apoyar a las víctimas de violencia de género en el segundo tramo de Primaria y segundo ciclo de la ESO.