En los últimos años han cambiado mucho las preferencias de quienes solían elegir el Mar Menor para pasar sus vacaciones. El empeoramiento paulatino -y acentuado desde 2016- del estado de la laguna, unido a la «falta» de infraestructuras y a la ausencia de una apuesta decidida de las administraciones públicas por abanderar una oferta de ocio potente en la Comunidad Autónoma, han contribuido, según denuncia Juan José López, presidente de la Asociación de Empresarios de la Hostelería y Alojamientos Turísticos de Cartagena y Comarca, Hostecar, a desviar la elección de quienes visitaban años atrás el litoral hacia otros lugares como Turquía y Túnez, en el caso de los turistas de otros países, y a Almería -que hoy en día triplica en ocupación el número de camas hoteleras a la Región, explica López-, Alicante y Canarias, en el de los nacionales.

Los hosteleros del Mar Menor se sienten «abandonados» por parte de los gobernantes. Critican que, pese a ser el del turismo un sector fuerte y con capacidad de convertirse en un verdadero eje económico, no existe una apuesta real para su promoción como sí la hay, consideran, por el de la agricultura. No ayuda, insiste el presidente de la patronal hostelera, el desmantelamiento de instalaciones que consideran provechosas como el aeropuerto de San Javier, que cerró el pasado enero a favor del de Corvera. A esto suma el hecho de que el primero servía en su momento de plataforma para que los turistas visitaran la comarca, mientras que los que aterrizan en Corvera suelen decidirse por pisar otros destinos, como Alicante.

Si el descenso de turistas se nota en temporada alta, en los meses de baja es demoledor. Los hosteleros de La Manga y Cabo de Palos lo notan con especial crudeza. Por eso exigen soluciones al Gobierno regional: quieren que se actúe cuanto antes para mejorar el estado de la laguna salada.

«Maravillas»

Pero esa no es la única medida que reclaman; exigen, además, una apuesta contundente por el turismo sostenible y por el ocio en la Región de Murcia, con una mirada especial hacia otros lugares costeros, como los del mar mayor, al que los hosteleros consideran «una auténtica joya» que está sirviendo de revulsivo «para que no nos hundamos del todo».

En este sentido, López apela a la responsabilidad del Gobierno regional para que les apoye y vea, como ellos, una oportunidad turística en la belleza de las playas del mar mayor y la riqueza de sus reservas marinas y de espacios naturales como Calblanque. En torno a estas «maravillas», asegura, puede elaborarse toda una oferta que respete el entorno y, al mismo tiempo, sirva para ofrecer las ventajas de esta «parte única» de la Región de Murcia. «Los hosteleros necesitamos apoyo. El que recibimos ahora no se corresponde en absoluto con todo el trabajo y lo que estamos haciendo. No vemos recompensado nuestro esfuerzo y lucha diarias», lamenta, tras recordar que el pasado agosto el consumo asociado al turismo se redujo, al menos, un 10%.